Derrota cruel del Real Unión ante el Racing (1-2)

Bajo un intenso aguacero, fueron los racinguistas los que dispusieron de la primera ocasión del choque cuando se cumplía el minuto 3. Dentro del área txuribeltz, Cedric dejó de espaldas para la incorporación de Bustos pero el zurdazo de este último se marchó desviado.

No llegó a poner en aprietos a Parera, pero el único acercamiento de los fronterizos en el primer acto se produjo pasado el minuto 20. Fue con un centro desde la derecha marca de la casa de Capelete que encontró en el primer palo a Gorka Kijera. El remate a la remanguillé del lateral izquierdo no encontró portería.

Poco después se produjo la más clara de los verdiblancos (de rojo ayer) antes del descanso, con un disparo de Fausto desde la frontal que se topó con la base del poste de Irazustabarrena. Los de Guillermo Fernández Romo acabaron mejor que los locales una primera mitad en la que el peligro en las áreas brilló por su ausencia. Para entonces los charcos ya habían comenzado a causar estragos en algunas zonas del césped del Stadium Gal.

El primer aviso de los txuribeltz tras el descanso se originó nuevamente en las botas de Capelete. El centro del irundarra esta vez halló la cabeza de Llamas pero el gasteiztarra no fue capaz de orientar correctamente su disparo.

Zulaika movió el avispero para introducir piernas de refresco en ataque y la jugada le salió perfecta. En el 75, el recorte y posterior centro de Seguín detectó en el corazón del área a Rivero, que puso el 1-0 con un testarazo inapelable.

Parecía que los irundarras podían dejar los tres puntos en casa, todavía más después de que Irazustabarrena detuviese una pena máxima a Bustos, pero los santanderinos todavía tuvieron tiempo para voltear el compromiso en un abrir y cerrar de ojos. Fue una tormenta final perfecta para el Racing.

El propio Bustos se resarció en el 82 poniendo las tablas y tres minutos después, Harper, que acababa de ingresar en el terreno de juego, puso el 1-2 de tiro cruzado. Con lo bien que se había puesto el choque para los irundarras...