Dani Romera frustra la fiesta txuribeltz

El Real Unión regresó a la competición estrenando regalo de Reyes. El Stadium Gal presentó un renovado cambio de imagen, con todos los asientos del estadio nuevos de color negro. En la Tribuna Principal, las butacas blancas formaban un 1902, año de fundación del club, y en la otra, las palabras Real Unión Club.

En el césped, David Movilla, consciente de la entidad del rival que tenía enfrente, optó por resguardarse más de lo habitual y formó con un 5-3-2, que rápidamente mutó en un 5-4-1 con Oyarzun y Nacho a las bandas para frenar las progresiones de los laterales del Castellón. En los primeros instantes del partido, el cuadro local se vio superado por el movimiento veloz de balón de un Castellón que no paraba de llegar por fuera.

Dani Romera estuvo cerca de adelantar a su equipo, pero Irazusta detuvo su cabezazo a bocajarro. Antes del cuarto de hora de partido, el propio killer visitante probó suerte con un gran zurdazo, pero Irazusta volvió a estar providencial atrapando su disparo. Rebasado el ecuador de la primera parte, el Real Unión comenzó a asentarse en el partido. Oyarzun abandonó la banda para aparecer por todos lados, y a través de distintas combinaciones con Nacho, el cuadro txuribeltz sembró el caos en la defensa castellonense.

Fue el propio Alain Oyarzun quien estuvo cerca de mover el marcador. El talentoso centrocampista disparó desde fuera del área, y tras desviarlo Iago Indias, el esférico estuvo muy cerca de colarse en el fondo de las mallas. En la siguiente jugada, Seguín tuvo que emplearse a fondo para despejar a córner el pase de la muerte de Fabricio que buscaba a un Dani Romera preparado para fusilar la meta.

La torrencial lluvia que cayó sobre el Stadium Gal en el descanso cambió por completo el escenario de la segunda parte. El Real Unión se adaptó más rápido al estado del césped y comandó los primeros minutos. A los cinco minutos del segundo acto, primero Seguín, tras una buena jugada individual por la izquierda, y luego Iván Pérez, a la salida de un córner, desaprovecharon la oportunidad de adelantar a su equipo en el marcador.

Con el paso de los minutos, el cuadro visitante fue igualando las fuerzas y estuvo cerca del gol. Irazusta tuvo que emplearse a fondo para detener el derechazo cruzado de Raúl Sánchez. En el ecuador del segundo tiempo, el Real Unión pudo romper la igualada. Alain Oyarzun botó magistralmente un córner e Iván Pérez, tras adelantarse en el primer palo, cabeceó a gol.

Tras el tanto, el cuadro txuribeltz no sufrió en exceso, pero en una de las últimas jugadas de peligro del partido, Koné se deshizo de Aramburu y centró para que Dani Romera, con el muslo, perforase la portería local. El máximo goleador del conjunto castellonense no dudó en mandar callar a los aficionados del Real Unión. Sin tiempo para más, ambos equipos acabaron firmando las tablas.