El jugador del Lengokoak que estaba en la UCI ya descansa en su domicilio

Fue en un lance del partido cuando la mala suerte quiso que chocara contra la barandilla de metal y cayera al suelo. Se golpeó en varias zonas del cuerpo, entre ellas la cabeza y la cadera. En un primer momento perdió el conocimiento, por lo que tuvieron que prestarle auxilio inmediatamente. Permaneció cinco minutos inconsciente. Fue atendido por los servicios de emergencia y recobró el sentido antes de ser trasladado en ambulancia a la Policlínica Donostia.

Sin embargo, pasadas unas horas, ya de madrugada, el jugador tuvo que ser evacuado al Hospital Donostia para ser operado de urgencia debido al hematoma que le había producido el golpe en la cabeza. Allí ha permanecido ingresado hasta recibir el alta.

Iker Sanz, su entrenador, señaló ayer que «está mejor, pero los médicos le han recomendado que haga reposo y que puede comenzar a pasear poco a poco. He hablado con sus padres por teléfono, pero no he sido el único. Le están llamando sus compañeros de equipo, sus amigos. Sus padres me han dicho que el susto ha sido tremendo, por poco se queda ahí. El golpe que se dio fue muy fuerte».

Sanz, al igual que su familia y los médicos, prefiere ser cauto. «No sé si querrá volver a jugar a fútbol con nosotros, pero lo que tengo claro es que no soy quién para presionarle. No hemos hablado del tema por ahora. Lo importante es que ponga bien, que se recupere porque el golpe fue muy fuerte».