Jugadores y entrenadores del Puertollano FS Fernando de la Hera
Donosti Cup

«Queremos que Puertollano se identifique con educación y valores»

Un equipo de la ciudad de Puertollano participa en la Donosti Cup y se convierte en el único representante manchego en esta edición

Pablo Campano

San Sebastián

Miércoles, 9 de julio 2025

Todo buen realzale sabe lo que pasó el 23 de abril de 1967 en Puertollano. Con goles de Boronat y Arambarri, la Real consiguió empatar ... un partido que empezó perdiendo por 2-0 ante el Calvo Sotelo. Este resultado le sirvió al conjunto txuri-urdin para ascender a la primera división, categoría que militaría ininterrumpidamente durante 40 años, hasta 2007.

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De esta tierra, tan mítica para la Real Sociedad, es el equipo entrenado por Francisco Bastante y Raúl Maurelo, el Puertollano Fútbol Sala, que participa en la Donosti Cup. En concreto en la competición de fútbol 8 para niños de 12 años de edad. Es la primera vez en la historia del prestigioso torneo que participa un equipo de esta ciudad, y es además el único representante de toda Castilla-La Mancha en la edición de este año. «La gente de Puertollano también guarda el recuerdo de aquel partido. A mí en concreto me han hablado bastante sobre ese encuentro porque mi padre y mi suegro estaban en el campo aquel día», asegura Bastante.

Desde 1967 las cosas han cambiado, y el fútbol manchego no vive su mejor momento. A día de hoy, tan solo hay un equipo de la comunidad en el fútbol profesional, el Albacete Balompié, que juega en LaLiga Hypermotion. Misma situación de soledad que se va a encontrar el Puertollano FS en la Donosti Cup. «Hemos contado con el patrocinio de empresas de toda la provincia de Ciudad Real», reconoce el técnico.

El equipo emprendió su viaje desde la localidad del sur de la provincia de Ciudad Real el lunes. «Solo tardamos siete horas y media en coche para llegar a San Sebastián, con parada para comer incluída. Estamos cansados pero no ha sido un mal viaje», narra el entrenador. En ese pelotón de ocho coches, que arrancó a las 5.00 de la mañana el día de San Fermín, no iban todos los desplazados, que en total son 11 jugadores y 27 familiares, siendo estos 22 adultos y 5 menores de edad. «Algunas de las familias de los jugadores arrancaron el viaje el día anterior o incluso antes. Han aprovechado que venían hasta aquí para hacer un poco de turismo. Hay familias que han pasado una noche en Bilbao o en Vitoria. Una de ellas hizo una ruta en una bodega de Haro, en La Rioja», matiza Bastante.

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A las 12.30 del lunes, el equipo al completo se reunió por fin en Donostia. Pero el Puertollano FS no ha escogido la capital guipuzcoana como lugar de alojamiento para la plantilla y sus acompañantes, sino que se alojan en una casa rural ubicada en Lekunberri. «Teníamos la casa reservada desde que decidimos participar en el torneo, en agosto del año pasado. Era lo más cercano con capacidad para alojarnos todos juntos. Ya que estamos cerca de Pamplona, si nos eliminan pronto aprovecharemos para pasarnos por las fiestas de San Fermín durante el fin de semana», explica Bastante.

Experiencia fuera de casa

Y es que no es la primera vez que este equipo se pone en carretera para disputar un torneo lejos de La Mancha. Su técnico declara que «ya hemos tenido experiencias lejos de casa. Hemos participado en torneos en Castellón y en la también muy prestigiosa Íscar Cup, entre otros. De hecho, hace poco, tres de nuestros jugadores formaban parte de un equipo que se proclamó campeón de su categoría en la Athletic Cup, organizada en San Mamés por el Athletic Club».

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Esta experiencia, sumada a la motivación de los jóvenes futbolistas, podría ser una base sólida para respaldar la candidatura de los manchegos a lograr el objetivo deportivo que se propongan. «Veo a los chicos muy motivados y entusiasmados por jugar y hacerlo bien», señala Bastante. Sin embargo, para su entrenador, lo importante no es ganar el trofeo que los consagre como campeones de la categoría B12-F8 de la Donosti Cup 2025, él tiene otra meta. «Para mí, el premio más importante es el que se entrega al juego limpio. Hace falta buen comportamiento tanto en el campo como en la grada para ganarlo. Mi objetivo es conseguirlo, y es lo que he intentado transmitirles no sólo a los niños, sino también a los padres que van a venir a verlos jugar. Me gustaría que cuando nos vayamos a casa, lo hagamos sintiéndonos orgullosos y habiendo hecho que la gente identifique Puertollano con educación y valores».

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