«Ahora esperamos volver a Anoeta»
460 aficionados realistas se dieron cita en Zubieta, tras la relajación de medidas, para presenciar el último partido de la temporada en casa
Iker Castaño
Domingo, 20 de junio 2021
Cuando todo parecía indicar que los aficionados realistas volverían a enfundarse la elástica txuri-urdin para ir a ver algún encuentro de la Real ya ... la temporada que viene, apareció en escena Iñigo Urkullu después de reunirse con el LABI el pasado viernes, tras la bajada de contagios y presión en las UCI, y dio luz verde a la entrada de público a eventos deportivos. A partir de ese momento, la Real se puso manos a la obra para dar una última alegría a su afición en una temporada de ensueño, en la que solo faltaba poner la guinda con la entrada de público a Zubieta: permitió la entrada de hasta 800 aficionados para presenciar in situ el choque que enfrentaba a la Real y al Barça. Finalmente se dieron cita algo más de la mitad, debido a que todo se decidió en muy poco tiempo. Sin duda, fue un soplo de aire fresco, un paso más hacia esa ansiada normalidad que parece resistirse cada vez que se relajan las medidas. ¿Será la última? Esta vez se antoja la definitiva si nada se tuerce.
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El último encuentro con aficionados en las gradas de la instalación lasartearra data del 17 de octubre de 2020, cuando el club acogió a 150 espectadores para ver al equipo femenino contra el Levante. Sin embargo, dejó con el caramelo en la boca a los realzales en el siguiente encuentro ante el Tenerife, ya que se volvió a prohibir la entrada debido a la subida de contagios. Hasta ahora, los seguidores blanquiazules han tenido que conformarse con ver a su equipo por televisión, como mucho.
Un protocolo bien cumplido
Los realistas presentes llegaron con tiempo a Zubieta para que todo transcurriera con normalidad. Y así fue. Los miembros de seguridad y responsables del club dieron paso a las distintas familias con la medición de temperatura y, posteriormente, en la entrada, solicitaron el DNI o carné de socio para asegurarse de que habían realizado correctamente la solicitud, que podía registrarse desde el sábado hasta este domingo a las 12.00 del mediodía. Ya dentro del campo, los presentes tomaron asiento -a su elección-, manteniendo las distancias de seguridad entre ellos -a excepción de los convivientes-, respetando los requisitos de acceso que la Real había determinado de forma detallada en la web, y con la mascarilla puesta en todo momento.
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Las jugadoras de la Real se impresionaban por las muestras de cariño de su gente, echaban de menos el calor y el aliento desde el graderío. Los ánimos de la afición fueron subiendo de tono según transcurría el ejercicio de calentamiento y la retirada a vestuarios fue atronadora. Durante el encuentro, los realistas no quitaron ojo de cada acción, ovacionando las ocasiones interceptadas por la defensa txuri-urdin ante la acometida del ataque culé y aplaudiendo cada jugada de peligro y acercamiento de las suyas. En el penalti transformado por Eizagirre se desató la locura, con la celebración del tanto hubo muchos seguidores que se levantaron de su asiento -sin moverse del lugar- para festejarlo enérgicamente. Fue el momento más emotivo, el gol hacia la normalidad. Se echaron de menos los abrazos. El resto del partido es historia.
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«Alegría» y «esperanza»
Entre los cerca de 500 seguidores blanquiazules que se dieron cita en Zubieta en la tarde soleada de este domingo, reinaba la alegría y el deseo de que éste fuera el principio del fin. Javier Calvo, de Zizurkil, aseguraba que fueron de los primeros en inscribirse para el partido, agradeciendo a la Real «la facilidad para apuntarse». «No queríamos ni podíamos fallar, estamos muy contentos», indicaba el seguidor txuri-urdin. Asimismo, el zizurkildarra lamentaba «no haber podido ver al equipo en un año tan bueno».
También se reflejaba la felicidad en el rostro de los más pequeños de la familia, ilusionados por ver a sus ídolos en el mismo campo. Iker se mostraba enormemente «feliz» tras volver a animar a su equipo, mientras que June cruzaba los dedos con el fin de recoger firmas de jugadoras como Itxaso, Nahikari y Mariasun, referentes a las que le gustaría emular algún día. Incluso llevaba algún regalo para ellas.
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María del Mar esperaba sentada la salida de las jugadoras para aplaudirles tras una gran temporada. «Se merecen este ambiente, han realizado una campaña para enmarcar», anotaba la realista que acudió desde Oiartzun. A su vez destacaba que «el aforo permitido hoy es el correcto. La verdad es que la gente estaba deseosa por volver, ya que no es lo mismo verlo aquí que por la televisión».
La siguiente será en Anoeta
El regreso del público a las gradas de Zubieta fue el primer paso para volver a ver el remozado Reale Arena lleno hasta la bandera. Tal y como avanzaba este periódico este domingo, se espera que en el mes de agosto, cuando se retome la competición liguera, pueda haber 29.000 espectadores dentro del estadio, siempre cumpliendo con un protocolo que aún no se ha definido. «Esperemos que así sea porque ya se nos está haciendo muy largo», «estamos con la confianza de volver pronto», indicaban algunos de los socios presentes en Zubieta ante el posible retorno a su casa.
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