O Hinault o yo

Usted se enfrentó a Bernard Hinault, que había ganado cuatro Tours a sus órdenes. El de 1983 no lo corrió, lesionado tras ganar la Vuelta. Usted se presentó en la salida con un chaval de gafas y lo ganó. A final de año, se fue a la empresa que patrocinaba su equipo, Renault, y dijo: o Hinault o yo. Y la fábrica dijo: usted. Hinault, a la calle. Al siguiente Tour volvió con el chaval de gafas. Y ganó otra vez. Era Laurent Fignon.

En el Mundial de hace dos años, como seleccionador francés, designó a Alaphilippe como líder único. Le criticaron, en Francia le racaneaban la condición de figura. Ahí está Alaphilippe ahora.

Usted sabe si va a ganar el Tour. Porque usted ha ganado siete al volante. Y fue cocinero antes que fraile. No mucha gente se acuerda de que fue corredor, y bueno. Ganó siete etapas del Tour, fue maillot amarillo, y dos de la Vuelta. Casi cien carreras en total. De la vieja escuela, claro. Trabajaba de ajustador en los Astilleros del Atlántico de Saint Nazaire. Vio pasar el Tour por la puerta y lo tuvo claro: más duro es hacer barcos.

Aunque más que adelantarme si Alaphilippe va a ganar o no, me gustaría que me dijera cómo haría usted para desbancarle. En eso era un maestro. Como el día que amenazó a Lucien Van Impe, corredor de su equipo, con embestirle con el coche y tirarle por un barranco si no atacaba a Zoetemelk. Por descontado, Van Impe ganó ese Tour. 1976.

O cómo eran aquellos míticos ataques suyos en el control de avituallamiento. ¿Es verdad que mandó arrancar diez veces a Fignon sin recoger la bolsa en el Tour de 1984?

Con Guimard no se discute, decía Hinault. Guimard siempre lo ha sabido todo. Por eso le escribo. ¿No ganará Alaphilippe, no?

* Cyril Guimard fue director de Hinault y Fignon.