El enfado de Evenepoel tras perder 39 segundos y la alegría de Enric Mas

Remco Evenepoel llegó hecho una furia al autobús de su equipo, que 39 segundos pueden no ser nada o ser un mundo. Se bajó de la bicicleta, apartó de malas maneras a un chaval que le pedía un autógrafo y se metió en la zona reservada por sus auxiliares. El enfado era comprensible. «Es una verdadera lástima, porque estuvimos muy bien posicionados casi todo el día. Nos dejamos llevar por la duda, porque en el momento del abanico, estábamos un poco más atrás en el grupo», confesaba el ciclista belga, que reconocía: «Fue un error colectivo».

En un momento, los planes se vienen abajo. El Soudal tenía como primer objetivo ganar la etapa y vestir de amarillo a Merlier, pero todo se estropeó a 18 kilómetros de la meta. «Nuestro mayor objetivo hoy era ganar la etapa con Tim, pero para mí personalmente esto también es una pena», dice Evenepoel. «Pierdo segundos preciosos en la clasificación general. También lo experimenté el año pasado al principio del Tour. En fin, tenemos que vivir con esto».

¿Es resignación? El enfado se extiende también a su director, Jurgen Foré: «No estábamos donde debíamos. Habíamos venido con velocistas para evitar este tipo de cosas, pero simplemente estábamos demasiado lejos. Como resultado, perdimos la oportunidad de ganar la etapa con Tim y perdimos tiempo con Remco. Esta noche analizaremos qué falló con la dirección del equipo y luego pasaremos página rápidamente». Si se puede.

El candidato número uno sí estuvo atento, siempre lo está. Vigilante con su equipo, ojo avizor a lo que hacen los demás. «Fue un día frenético, como esperábamos. Al final, el grupo principal se rompió; gracias a todo el equipo estábamos en cabeza. Estuvimos en cabeza desde el kilómetro cero, lo que nos dio sus frutos», apuntó Tadej Pogacar. «Me alegro de haber dejado atrás el primer día y de poder seguir adelante. Este es el comienzo de una semana importante; aún quedan nueve días para el primer día de montaña. Después veremos lo que hay que hacer en adelante, pero primero tenemos que concentrarnos en estos nueve días».

Su director, Andrej Hauptman, deja claro que todo estaba estudiado por parte del UAE: «Había al menos tres zonas con viento cruzado a partir del kilómetro 30. Teníamos que tener cuidado por si alguno de los equipos atacaba. También había muchos tramos estrechos, atravesando pueblos angostos, donde teníamos que tener cuidado con las caídas». Y advierte: «Mañana (por hoy) no será diferente».

Tampoco para Enric Mas, el único de los escaladores que se metió en el grupo de cabeza. «La verdad es que el equipo ha estado espectacular en los momentos clave. Hemos estado ahí, así que estoy muy contento de haber cogido esos 39 segundos en el grupo delantero». Sonriente, con un puñado de micrófonos delante, el corredor español confiesa que «hemos sufrido muchísimo. Sabíamos que era un Tour así y que va a ser así en estos primeros nueve días. Yo he ido al límite todo el día, pero gracias al equipo y al trabajo de todo el mundo el primer día lo hemos salvado bien», dice.

El mallorquín excusa a los despistados. «En una carretera solo caben los que caben. Un frenazo o una mala colocación en ese momento pueden ser fatales. Espero que no nos pase a nosotros los próximos días». Mas estuvo a punto de verse involucrado en una caída, dentro ya del tramo de protección de los últimos kilómetros. «Se han caído dos corredores, yo estaba por atrás despistado y gracias a Iván García Cortina he podido entrar». Y concluye: «Así es el nuevo ciclismo».