Markel Irizar vive pegado a Cancellara

Markel Irizar (Oñati, 34 años) se ha convertido en una persona pegada a una maleta, al menos en los primeros meses de la temporada. A una maleta y a un ciclista, Fabian Cancellara.

Desde que comenzó el año ha pasado diecisiete días en Catar y Omán, a los que se añaden quince en Mallorca: «Desde enero no parado mucho por casa. Ahora estaré unos días antes de irme a correr Strade Bianche, Tirreno-Adriático, G.P. Warengem, G.P. Harelbeeke, Vuelta a Flandes, G.P. Scheldeprijs y París-Roubaix. Todas seguidas».

Es el mismo calendario que cubrirá Fabian Cancellara y el equipo Trek sólo tiene ojos para el suizo, buscando un triunfo, o dos si es posible, en alguno de los monumentos del ciclismo mundial con pavés en la carretera: Vuelta a Flandes o París-Roubaix.

No sólo Markel ha llevado esa vida errante. Junto a él lo han hecho otros diez corredores y un buen número de auxiliares. Es un equipo en torno a las veinticinco personas, dentro de una estructura mucho mayor: «Somos como una familia que convive junta durante cuatro meses, un período de tiempo importante. La ventaja es que trabajar junto a Cancellara es fácil. Todos sabemos, incluidos los auxiliares, lo que tenemos que hacer».

Markel lleva acumulados entre competición y entrenamiento, «unos doce mil kilómetros. En diciembre también estuvimos concentrados trece días en Alfaz del Pi». Una vida que se ha convertido en una concentración continua hasta que finalice la París-Roubaix.

«Estas clásicas (las del pavés) son vitales para Cancellara y para el equipo». Comenzó a entrenar el 1 de noviembre y lleva «bastante carga acumulada de trabajo, lo mismo que el grupo de las clásicas. En Alfaz del Pí compartía habitación con Haimar Zubeldia, pero no le vi en ningún entrenamiento. Después de Roubaix descansaré y no volveré a correr hasta la Vuelta a California, para luego ir al Dauphiné y al Tour. El desgaste psicológico también es importante. Hay que aguantar tanto tiempo sin la familia, sin los hijos».

Ese grupo, además de Cancellara y Markel Irizar, está formado por Steegmans, Stuyvent, Rast, Popovych, Stijn Devolver, Jesse Sergent, Roulston y los hermanos Boy y Danny Van Poppel. Luego está el grupo italiano para la Milán-San Remo».

Trek se juega en esas clásicas casi un sesenta por ciento, o más, de la temporada: «En caso de que no saliese bien, nos quedaría el inicio del Tour, con una contrarreloj que le va bien a Fabian en la que intentará coger el maillot. Parece que le va mejor a él que a Tony Martin.

Atracón de kilómetros

Para llegar a tope a esas clásicas, Markel y sus compañeros han hecho muchos kilómetros: «El día que ganó Cancellara en Omán, al acabar la etapa hicimos más kilómetros, hasta completar 225. Llegamos de noche al hotel. En Mallorca, en la etapa que finalizó en Alcudia, acabamos haciendo 250 kilómetros, muchos de ellos tras coche. También llegamos de noche. En Catar hacíamos kilómetros tras coche después de la etapa. Cancellara ha estado durante el invierno en Canarias».

Markel ve al suizo «más tranquilo que el año pasado, cuando empezó el equipo de cero. Había que acoplar muchas cosas y se perdió un tiempo importante. Hace dos años tuvimos mucho estrés porque nos jugábamos el patrocinio. Físicamente está muy bien y psicológicamente haber ganado a Boonen y Sagan le da confianza. Sabe que si llega con ellos les puede ganar. No es lo mismo esprintar después de 200 kilómetros que hacerlo después de 260. ¡No se tienen las mismas piernas!».

Markel pesa 78 kilos, «pero a nivel de comida no tenemos problemas. Nos miden la grasa. Tenemos más músculo. Se trata de tener fuerza, de mover el mayor número de watios posible en el llano. Lo que no podemos tener es un 10% de grasa. Son pruebas muy específicas».

Markel ya sabe lo que esperan de él en Trek: «Estar al lado de Cancellara hasta que pueda. Sé lo que voy a hacer hasta el Tour si no tengo problemas. Para la firma es importante el mundial contrarreloj por equipos y si corres la Vuelta a España es complicado prepararlo en condiciones porque el mundial es una semana después de terminar la Vuelta».

Markel se mueve en el mundo de las clásicas y de las cronos por equipos, donde ha convertido en imprescindible Fabian Cancellara.