«Esperamos que nunca más haya que suspender jornadas»
Hartazgo. José Miguel Antía, presidente de la Federación Guipuzcoana de Balonmano, considera necesaria y urgente la erradicación de las conductas violentas de las instalaciones deportivas
San Sebastián
Sábado, 9 de marzo 2024, 01:00
Zumaiarra de 61 años, lleva cuatro al frente de la Federación Guipuzcoana de Balonmano y acaba mandato al término de la temporada. Fue cocinero antes que fraile. Jugó en el Pulpo en categoría juvenil y posteriormente en el Oarso de Errenteria durante tres campañas. Alternaba los puestos de lateral y extremo. Hoy en día es concejal del Ayuntamiento de Zumaia. Desgraciadamente, en las últimas semanas ha sido testigo de incidentes desagradables en determinados partidos. Han vuelto a encender las alarmas.
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El primero tuvo lugar el pasado 17 de febrero en Tolosa, donde un entrenador agredió a un árbitro. «Ocurrió en un partido femenino correspondiente a la territorial de categoría sénior. Se enfrentaban el Tolosa y el Salleko de Donostia. Durante el mismo se produjo el intento de agresión del entrenador del Tolosa al árbitro. Afortunadamente, el técnico del Salleko se metió en medio y evitó que la cosa fuese a mayores», recuerda.
«Desconozco si el ambiente estaba cargado, pero el árbitro reflejó en el acta que el entrenador del Tolosa le estuvo protestando continuamente –añade–. A raíz de ello, le mostró la tarjeta roja y luego se produjo el intento de agresión en plena cancha. Obviamente, el partido fue suspendido».
«Un día, el árbitro mostró cinco tarjetas rojas a los integrantes de un equipo por graves insultos a su persona»«
A raíz de ese incidente, la Guipuzcoana envió «al día siguiente» una notificación a todos los presidentes de los clubes solicitando el respeto a los colegiados y exigiendo un trato lo más exquisito posible con ellos. «El árbitro agredido pitó unas horas después en Elgoibar. Fui allí a darle ánimos y a transmitirle todo el apoyo de la federación».
Las tres federaciones territoriales mantuvieron una reunión de urgencia con la Vasca para tratar de buscar una solución. «Se envió a todos los clubes un comunicado en el que se especificaba que debían de comprometerse a tomar medidas para evitar las agresiones en sus pistas. Preparamos un protocolo interno de actuación para que no volvieran a ocurrir este tipo de hechos. Posteriormente, el lunes 26 de febrero y a petición de los árbitros, tuvimos una reunión en la que nos trasladaron su malestar y preocupación por el aumento de insultos y actitudes violentas. Los colegiados jóvenes estaban asustados por los hechos ocurridos. De ahí que decidiesen no pitar en una jornada. Les apoyamos con el objetivo de que esos incidentes no volvieran a suceder», recuerda.
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Tenemos problemas para organizar las competiciones, hay pocos árbitros y muchos partidos cada jornada»
La medida no encontró el efecto deseado. La siguiente jornada se produjeron agresiones verbales al menos en seis canchas. «Desgraciadamente así fue. Hubo descalificaciones verbales. En un partido, el árbitro mostró cinco tarjetas rojas a los integrantes de un equipo por insultos a su persona. Los colegiados se mostraron muy molestos y entendimos la decisión que tomaron de parar esa jornada», subraya.
La Guipuzcoana tiene ya redactado, a falta de pulir los últimos flecos, «un protocolo de actuación al que únicamente le falta la aprobación de los clubes. Queremos que estas medidas, entre las que se incluye la difusión por megafonía antes de cada partido de un mensaje de apoyo y respeto al colectivo arbitral, tengan el mayor consenso posible. Esperamos que nunca más haya que suspender jornadas por estos actos».
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Medidas rigurosas
Considera que «afortunadamente no son hechos generalizados, pero ocurren de vez en cuando. No podemos admitir que en el balonmano estas actitudes se tomen como algo normal, como sucede en otros deportes. Hay gente que acude al campo y ve normal que se insulte al árbitro. Eso acarrea que cada vez sea más complicado que los jóvenes se conviertan en árbitros. De ahí que tengamos problemas para la organización de las competiciones. Hay pocos árbitros y muchos partidos».
La Guipuzcoana tiene prevista una reunión con los clubes, el miércoles en Kirol Etxea, para abordar este asunto. «Animamos a todo el mundo a que acuda para crear una comisión que será la que decida las medidas a tomar. Cuanto antes, mejor. Este tema no puede demorarse. Dichas medidas se pondrán en práctica con serenidad, buscando que, sobre todo, sean efectivas».
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Insiste en que «estas actitudes violentas no favorecen nada al deporte. En la base, el comportamiento y el respeto hacia el árbitro y el rival es algo esencial, tanto como jugar. Hay que saber comportarse dentro y fuera de los terrenos de juego. Es necesario concienciarse de que la violencia no lleva a ningún lado. Cuando vas a ver un partido debes de tener claro que el deporte sirve para transmitir valores que luego puedes poner en práctica en la vida diaria».
El balonmano también está implicado con la campaña Kirolean Errespetuz, promovida por EL DIARIO VASCO con la colaboración de la Diputación de Gipuzkoa, para que desaparezcan las actitudes violentas de los terrenos de juego.
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