«Una ocasión para concienciar al público contra la violencia»

La campaña Kirolean Errespetuz, impulsada por EL DIARIO VASCO con la colaboración del Departamento de Cultura, Cooperación, Juventud y Deportes de la Diputación de Gipuzkoa, con Goizane Álvarez como cabeza visible, llegó este sábado al polideportivo Antzizar de Beasain con motivo de las seis finales del Campeonato de Gipuzkoa de rendimiento –máxima categoría provincial– que sirvieron para poner el broche de oro a la temporada. Esta campaña trata de erradicar los comportamientos incivicos en los terrenos y fomentar el juego limpio y los valores.

Tomaron parte doce equipos en las categorías cadete, júnior y sénior, tanto masculinos como femeninos. Y el objetivo consistió en lanzar un mensaje de deportividad dentro y fuera de las canchas para erradicar los comportamientos violentos.

Los aspirantes al título eran Easo Basket Irulea, Ordizia, Pressing Askatuak, Ama Guadalupekoa Hondarribia, Easo Basket –cadete femenino y masculino–, Atlético San Sebastián –cadete y senior masculino–, Ordizia Orbinox, Mondragón Unibersitatea, Eguzkitza Sagardotegia Take, Internacional y Oiarso Lezo. Las finales fueron patrocinadas por la cooperativa local Talleres Mecanizados Arri.

Jon Txakartegi, coordinador general de la Federación Guipuzcoana desde 2018, señala que «esta es la quinta vez que organizamos este campeonato, la primera fue en el Gasca hace seis años –la pandemia del coronavirus obligó a suspender una edición– y luego se han disputado en Tolosa, Zarautz y el año pasado en el barrio de Aiete de Donostia. Los chavales se toman estas finales con muchísima ilusión. Todos los equipos han estado entrenando y compitiendo a lo largo de la temporada. Ahora les llega la oportunidad de ganar el Campeonato de Gipuzkoa. Además, van a hacerlo en un ambiente con mucho público en las gradas. Para ellos es un evento de primer nivel y queremos que se sientan estrellas por un día», afirma.

Y subraya que «en el descanso entre partido y partido se han organizado actividades paralelas como concursos y música, todo ello amenizado por un 'speaker'. También un concurso patrocinado por autobuses Irizar que consistió en el lanzamiento de un tiro a canasta desde el centro del campo. Participaron personas del público y hubo un premio en metálico para el ganador, un cheque de 100 euros. Ha sido una fiesta del baloncesto guipuzcoano de base. Lo importante no era quién ganaba, era que los chicos y las chicas compitiesen. Ese era el objetivo. Que fuese una jornada de fiesta, que todos los jugadores disfrutasen y compitiesen en un día especial para ellos».

«En una fase final no hay favoritos –subraya–. Influyen los nervios, jugar en equipo. En un partido te juegas el trabajo de todo un año. Con este formato, el cartel de favorito tiene menos importancia que en una Liga de muchos partidos».

Txakartegi, que en su día fue entrenador del Hondarribia, e Iraurgi, ayudante de Sito Alonso, Jaume Ponsarnau y Porfi Fisac en Gipuzkoa Basket, y primer entrenador del Baskonia en LEB Plata, señala que «a día de hoy en la Federación Guipuzcoana contamos con 3.000 fichas en categorías federadas y otras 18.000 en escolares. La salud del baloncesto guipuzcoano es buena. Atravesamos un buen momento, con equipos masculinos y femeninos en la élite. El Iraurgi acaba de lograr el ascenso a la Liga Challenge, la Segunda División Femenina. También están Gipuzkoa Basket, Iraurgi y contamos con equipos en la Liga EBA. En el baloncesto de élite estamos bien representados, pero en el resto de categorías también gozamos de buena salud. La tendencia en número de licencias es al alza, sobre todo en categorías infantiles y cadetes. Indudablemente, tenemos ahora mejores cifras que en prepandemia y eso hay que ponerlo en valor».

Considera que «en Gipuzkoa se trabaja bien la cantera, la labor de los clubes es buena y, temporada tras temporada, el nivel de jugadores y técnicos va a más. La estructura también sigue creciendo y eso tiene su reflejo día a día». 'Txakar' considera que «la competitividad es sana, pero siempre dentro de un orden. Fomentamos una competencia bien entendida, siempre dentro de un buen ambiente de baloncesto y juego limpio. A todos nos gusta ganar, pero lo importante es competir».

Reconoce que «alguna vez he visto algún comportamiento fuera de lugar en una pista, pero siempre ha sido algo puntual, hechos aislados. Desgraciadamente son actitudes que se ven más a menudo de lo que quisiéramos y no deseamos. Hay que intentar atajarlas porque con la violencia hay que tener tolerancia cero. Cada vez todos estamos más concienciados de que la violencia no lleva a ninguna parte, las familias de los jugadores también. Hacen falta unas buenas dosis de pedagogía para intentar que estos comportamientos incívicos no vuelvan a producirse en ningún partido».

Califica a la campaña Kirolean Errespetuz como «algo necesario. Nosotros nos pusimos desde el primer momento a disposición de los promotores de esta iniciativa para aportar nuestro humilde granito de arena y hemos vuelto a hacerlo en este evento. Tenemos delante una oportunidad de oro para concienciar al público y a los familiares de los jugadores de que la violencia no lleva a ninguna parte».