La 'Operación Relevo' salpica a Gipuzkoa

Bautizada como 'Operación Relevo' por la Policía Nacional, ha servido para desmantelar una trama de dopaje relacionada con el atletismo que se ha desarrollado en Madrid, Valencia y Calatayud (Aragón). Aunque no se trate de atletas de primer nivel mundial, los detenidos acostumbran a ocupar buenas posiciones en las carreras en las que participan en España. De hecho, se trata de una cruel realidad en el mundo del atletismo popular, ya que, lejos de los atletas que buscan hacerse con un oro olímpico, se trata de casos de corredores que se ganan la vida disputando y ganando pruebas de menor nivel que cuentan con premios económicos.

Gizaw Bekele es uno de ellos. No tiene, ni mucho menos, nivel para representar a Etiopía a nivel internacional. Pero se desenvuelve bien en populares. Además de ganar en Donostia (1h03:57), también ha saboreado el triunfo este año en la Media de Madrid, la ciudad en la que reside. En la Azkoitia-Azpeitia de marzo acabó octavo con 1h02:19.

Además de los citados (Etiopía no es un país en el que se vean muchos casos de dopaje), el 13 de junio también fueron detenidos Abebe Mulugeta (quien hacía de 'correo' transportando el material), Said Ataddi y Fatima Ayachi. Esta última fue expulsada de su club, elCárnicas Serrano valenciano, tras conocerse la noticia.

Según la Policía Nacional, que ofreció una rueda de prensa, la organización tenía un «alto grado de especialización y un contacto personal entre sus miembros que facilitaba el traspaso de los productos dopantes». Todos los detenidos declararon ante el Juzgado de Instrucción 4 de Calatayud y quedaron en libertad con cargos. Sus domicilios también han sido registrados en busca de pruebas.

En la 'Operación Relevo', los agentes de la Brigada Central de Delincuencia Especializada han intervenido medicamentos para mejorar el rendimiento deportivo como hormonas del crecimiento, testosterona, vitaminas inyectables o material para autotransfusiones de sangre. Están acusados de pertenecer a una red dedicada a la venta de estas sustancias.

La organización desmantelada, según ha explicado en la rueda de prensa ofrecida Pilar Álvarez, comisarÍa jefa de la Brigada Central de Delincuencia Especializada, se dividía en dos ramas: una marroquí asentada en Calatayud (Zaragoza) y otra etíope en Madrid.

Según los investigadores, numerosos atletas habrían viajado a Zaragoza en los últimos meses para hacerse con los productos que esta red conseguía en Marruecos, Francia o Italia, aprovechando los viajes de diferentes deportistas a estos países, donde adquirían las sustancias prohibidas.

Usaban un lenguaje críptico en sus conversaciones (intervenidas por la Policía) para evitar ser descubiertos. Hablaban de «zanahorias» para referirse de inyectables o «guisantes» para indicar pastillas.