Un salto hacia una nueva vida
Igor Legarda, dominador de la longitud en Euskadi junto a San Sebastián e Iñigo Uribarren, triplista de más de 16 metros, buscan nuevos retos
Uno, saltador de longitud. El otro, triplista. Uno dejó las exigentes pruebas combinadas para tratar de volar más lejos sobre el foso. El otro, en ... cambio, cual canguro, siempre pegaba brincos de tres en tres. Ahora, ambos dejan atrás la arena y buscarán nuevos retos en sus vidas. Son el donostiarra Igor Legarda y el arrasatearra Iñigo Uribarren, dos de los saltadores guipuzcoanos más laureados de los últimos años. Dos amigos que dejan el atletismo sin haber alcanzado los 30 años, aunque tras más de media vida pasando tardes y más tardes en las pistas.
Legarda se despidió el sábado en Barcelona. Lo hizo compitiendo con la Real Sociedad, su club durante la última década. Formado en el Atlético San Sebastián, llegó a saltar 7,55 metros en longitud. Dijo adiós con un metro menos. Era consciente de que no estaba para mucho más, pero un soldado de equipo siempre quiere prestar un último servicio. Su fiel compañero Asier San Sebastián seguirá saltando y el relevo en Gipuzkoa está garantizado con el hondarribiarra Iker Arozena, un prodigio.
«Han sido años y años de mucha implicación y sacrificio. Pero no me arrepiento del tiempo invertido», confiesa este hombre de 28 años que sigue en posesión del récord guipuzcoano de heptatlón y que ha sido internacional absoluto en combinadas. ¿Sus mejores momentos? «Cuando logré la mínima para su primer Europeo sub20, cuando fui campeón de España sub23 en Donostia y cuando me clasifiqué para la Copa de Europa». También se queda con un «momento de club». Fue en 2017, año en el que la Real acabó tercera en la liga de clubes. «Era la primera vez que lo conseguíamos y fue bonito», concluye este coleccionista de medallas en estatales, nueve de cadete a absoluto.
Un recuerdo especial
De este último momento vivido en Castellón también guarda un «recuerdo especial» Uribarren. «Me quedo también con el título sub20 que logré en Donostia. Fue un momentazo. Como cuando logré ser campeón sub23, bronce en un absoluto e internacional en un Europeo sub23». 16,17 metros llegó a saltar. Compitió por última vez en 2020. Esta temporada tenía ficha por la Real, su club durante prácticamente toda la vida tras empezar en el Arrasate. Sin embargo, no ha llegado a decir adiós sobre el sintético. El fin de semana también viajó a Barcelona para recibir el cariño de su equipo. También de Eneko Carrascal, el otro canguro arrasatearra que sigue sus pasos y que también destaca en triple salto. «El atletismo ha sido mi mayor pasión hasta ahora», confiesa. Ahora, tanto él como Legarda dan un salto hacia otra forma de vivir.
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