Da gusto hablar con Chakib Lachgar. Amable, educado... Es un buscavidas del atletismo. Centrado ya en la ruta y especialmente en los maratones, donde ... se mueve el dinero en este mundillo, el atleta de origen marroquí afincado en Gipuzkoa desde 2008 sueña ahora con ser olímpico.
Él mismo tiene claro que no lo va a tener fácil. Necesita una marca inferior a 2h08 y que sea seleccionado por España, con quien ya compitió hace unos días en el Mundial de 50 kilómetros que ganó. Fue su debut internacional y espera que no sea su última vez. Acudir a diferentes pruebas internacionales le ayudará a poderse ganar la vida de este deporte, al menos durante unos años.
Ahora compite en todo lo que puede. Cuatro maratones este año, pruebas de diez kilómetros... Siempre en busca del dinero que le permita cuidar de su familia. Aunque a efectos legales ya sea un guipuzcoano más desde hace prácticamente dos años, lo cierto es que haber nacido en Marruecos le penaliza a la hora de conseguir patrocinios en un deporte en el que ya de por sí es complicado obtenerlos.
Sin ir más lejos, ahora que tanto se habla de las zapatillas con placa de carbono que tanto ayudan a los atletas, a Chakib no le vendría mal una ayuda para poder comprarlas. «Con las que corrí el domingo la Behobia me costaron 250 euros. Son caras y cada vez más. Unas 'Asics Metaspeed'. He llegado a participar en carreras en las que me daban cheques en material deportivo para poder comprarme zapatillas. Me gustaría tener las mismas oportunidades que otros atletas de élite, poder entrenar en igualdad de condiciones. Ojalá salgan patrocinadores».
La del domingo fue su segunda victoria en la Behobia. Y de qué manera, bajando de la hora –a menos de tres minutos el km–. El triunfo de 2019 ya le ayudó a mejorar su vida y esta, a falta de premios económicos en esta carrera, espero que también le sirva.
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