Eneko Agirrezabal: «Prometí a los aitas que si ganaba les invitaba al Arzak»

«Tardaré en recuperar el esfuerzo», ha confesado Eneko Agirrezabal en su primera entrevista como flamante ganador de la Behobia-San Sebastián. El segurarra se ha coronado en la meta del Boulevard donostiarra después de imponerse al sprint en una emocionante carrera por delante de Jesús Olmos y Alejandro González. «Siempre he tenido un buen cambio y confiaba en mi final. Además el resto eran más fondistas», ha confesado el guipuzcoano.

Con su victoria, Agirrezabal ha puesto fin a 27 años de sequía de los corredores guipuzcoanos como ganadores de la Behobia-San Sebastián, sucediendo en ese palmarés al añorado Diego García. «Es muy simbólico y un honor ser el primer guipuzcoano ganador después de Diego», ha admitido el segurarra.

Agirrezabal, profesor de Secundaria de Física y Química, también ha confesado la promesa que les había hecho a sus padres si conseguía algún día imponerse en la carrera: «Prometí a los aitas que si ganaba les invitaba al Arzak», ha admitido.

El segurarra ha subrayado la dureza de la prueba y el intento que ha hecho en la bajada de Gaintxurizketa de romper la carrera. «Lo he intentando» pero finalmente la carrera se ha resuelto en la recta final. «Los últimos metros han sido de agonía total», ha destacado.

El atleta guipuzcoano ha sido duda hasta última hora por unos problemas en el tendón de Aquiles. «El viernes no iba a correr y ayer me probé y aguantaba», ha apuntado Agirrezabal. Una decisión más que acertada viendo el resultado final de la prueba, a la que espera regresar el próximo año con el dorsal número 1.

«En Errenteria he visto muchas caras conocidas y me ha dado un subidón. Me he sentido muy a gusto. El cambio de Nuria Lugueros ha sido progresivo y yo me he quedado sola. Estoy muy contenta con el segundo puesto».

Tenía muchas ganas de correr la Behobia y no le defraudó su debut. «Gracias infinitas a todo el público. Había escuchado cosas geniales de la carrera pero es que incluso lo vivido lo ha superado», confirmaba Nuria Lugueros, primera mujer en meta. «Ahora pienso en volver. Ojalá». La berciana conocía a Elena Silvestre, su compañera de viaje durante gran parte de la prueba. «He empezado más tranquila, controlando. Y pasado el ecuador de la carrera he cambiado progresivamente». Lugueros disfrutó durante los últimos metros de los ánimos del público. «Gracias, de verdad. No sé ni qué decir porque ha sido espectacular», insistía siempre con una sonrisa en el rostro. ¡A repetir!

Sabe lo que es ganar la Behobia (tres veces) y este domingo, aunque solamente pudo ser sexto, lo peleó. Como prometió, dio guerra hasta que pudo. «Verme con 43 años aguantando hasta el kilómetro siete u ocho con los mejores es bonito para mí. Me he sentido como un pitufo. Mi zancada era corta y la de ellos más larga. Trataba de alargar la mía pero no podía. Y ya que no he podido disputar la carrera, pues la he disfrutado. Quiero agradecer al público y a la organización que sigan haciendo grande esta prueba popular. Solamente puedo decir gracias». Seguro que el atleta catalán, que en tres semanas correrá el maratón de Valencia, vuelve en 2022 a la Behobia-San Sebastián, su carrera. Y volverá a disfrutar del ambiente.

«Me lo he pasado en grande y repetir va a ser una obligación para mí». Así confirmaba Susana Rodríguez, campeona paralímpica de triatlón en Tokio, que volverá. La atleta albina y con discapacidad visual se imaginaba «un circuito más duro. Tal vez sea por todos los ánimos que he recibido durante la carrera, La verdad es que ha sido impresionante. Ha sido un año duro el que todos hemos vivido y lo cierto es que contar con tanta gente corriendo y disfrutando del ambiente es sinónimo de que la situación es ya mejor». La doctora gallega quiso agradecer a la organización su ayuda. Y también a su guía Celso por haberle llevando en volandas, «como el público», durante los veinte kilómetros. Ella también hace grande a la Behobia.

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