«Ahora adoro los lunes porque es cuando veo avances»
Hoy es un buen día para María Vicente (L'Hospitalet de Llobregat, 28 de marzo de 2001). Es lunes. Empieza la semana y llegan las ... novedades, «los avances». Cada día está un poquito más cerca de dejar atrás las muletas y la bota de rehabilitación que le acompañan desde hace ya más de un mes. El pasado 1 de marzo, cuando peleaba por la medalla de oro del pentatlón en el Campeonato del Mundo de Glasgow, la polivalente atleta sufrió la rotura del tendón de Aquiles. Adiós a la pelea por el título mundial, adiós a los Juegos...
Publicidad
– ¿Cómo se encuentra?
– Es la segunda vez en mi vida que estoy con muletas. Lo peor ya ha pasado. Ha sido duro.
– ¿Cómo va la recuperación? ¿Qué le dicen?
– Estoy recuperándome en elCAR de Sant Cugat (Barcelona). Dentro de todo lo malo que me ha pasado, estoy contenta con cómo va, con cómo me está tratando el fisio Miquel Ángel Cos. Con él también acabé encantada tras la lesión de 2022 en el cuádriceps. Ahora adoro los lunes. Son los días en los que veo avances. Sigo con la bota. Ya estoy metiéndole veinte kilos de pesas al tendón, acabo de empezar con trabajo en piscina... Por quedarme con lo positivo, fue una rotura limpia del tendón de Aquiles, no muy arriba. Me han dicho que eso es mejor.
– ¿La muleta y la bota hasta cuándo?
– No lo sé. Me dijeron que tendría que estar un par de meses con la bota. Pero me han dicho que compre unas taloneras, así que no sé si me quitarán ya todo en breve.
«Me ilusiona la pista cubierta de 2025, pero no quiero precipitarme. Si me dicen que espere más no tomaré riesgos»
– Volvamos al día de la lesión. Llegó como líder mundial del año a Glasgow, en su mejor momento, con la vista puesta en los Juegos Olímpicos de París pero sin dejar pasar la oportunidad de pelear por su primera medalla internacional absoluta...
Publicidad
– Estaba muy bien, motivada. Había mejorado varias marcas personales, había batido el récord de España de pentatlón, estaba regular...
– Y, de pronto, justo cuando estaba afrontando uno de sus intentos en el salto de altura, llegó la lesión.
– Así es. Fue duro.
– Dirigió su mirada rápidamente a la grada.
– Sí, busqué a Ramón Cid, mi entrenador. Ya sabía que se había acabado.
– ¿Le dolió mucho?
– No, para nada. Como cuando se sube el gemelo tras un entrenamiento. No era para tanto. Es una lesión que no avisa, grave. Pero lo escuché. Y sabía perfectamente que algo se había roto. Sonó como cuando rompes un trapo. Las lágrimas fueron por impotencia. Después fue una sensación de incomodidad, pero no de dolor. Excepto cuando tuve que pasar la noche en el hospital, en Barcelona, tras la operación. A las seis de la mañana tuve que pulsar el botón para que me dieran algún calmante.
Publicidad
– Y del pasado, al futuro... ¿Cuándo cree que podrá volver a competir?
– El médico me dijo que necesitaré entre seis y ocho meses para poder entrenar con cierta normalidad. Pero la evolución dependerá de muchos factores. Hay casos de todo tipo. En agosto puede que ya pueda estar entrenando con la vista puesta en la temporada 2025. La pista cubierta me ilusiona. Pero no quiero correr demasiado, no quiero precipitarme. Si me dicen que me lo tome con más calma, así lo haré. No tomaremos riesgos. Ya me he perdido lo peor, no pasa nada por esperar un poco más.
– ¿Cuándo volverá a Gipuzkoa?
– Tampoco lo sé. Ahora en el CAR estoy bien porque tengo todo a mano y confío en el fisio. Pero también tengo ganas de regresar.
– La pregunta del millón: ¿guipuzcoana o catalana?
Publicidad
– Je, je, je. Yo soy ciudadana del mundo. Nací en L'Hospitalet de Llobregat. Mi madre y mi hermana viven allí. Llegué a Donostia a comienzos de 2020 para entrenar con Ramón y allí sigo. Estoy muy contenta. Pago en Gipuzkoa mis impuestos, estoy empadronada, tengo licencia guipuzcoana (y bate récords, claro), me compré casa en Lasarte-Oria, donde vivo desde hace un año. La verdad es que no me importa que me digan 'la guipuzcoana María Vicente, la catalana...'.
– Y tiene novio vasco...
– Sí, sí. Pero no es guipuzcoano, es alavés. Le conocí en Donostia, eso sí. Es amigo de uno de los del grupo con los que solía estar cuando vivía en Olarain.
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión