Johnny Depp

El actor, nacido hace 58 años en Owensboro en Kentucky (EE UU), llegó a Los Ángeles dipuesto a convertirse en una estrella de la canción, pero ese camino se transmutó a la interpretación.

Depp podría haberse quedado en un ídolo de adolescentes tras sus primeros papeles en 'Pesadilla en Elm Street', de Wes Craven (1984), o en 'Cry-Bay', como 'El lágrima', de John Waters (1990), así como por su papel en la serie de televisión '21 Jump Street' que, según ha comentado después, fue una de las peores decisiones de su vida. Pero entre tanto, también eligió otro tipo de trabajos que le fueron haciendo un nombre. Ahí está 'Platoon', de Oliver Stone. Desde entonces ha sido nominado en tres ocasiones a los Oscar, ha obtenido un Globo de Oro, galardón al que ha sido candidato diez veces.

En su larga carrera -ha participado en más de 90 producciones-, hay dos momentos claves: el encuentro con el director Tim Burton y la firma de su primer contrato para 'Piratas del Caribe'. Con el realizador californiano fraguó una relación creativa de la que han surgido títulos imprescindibles: 'Eduardo Manostijeras' (1990), su primera colaboración; 'Ed Wood' (1994); 'Sleepy Hollow' (1999); 'Charlie y la fábrica de chocolate' (2004); 'La novia cadáver' (2005), donde prestaba la voz a uno de los personajes animados; el musical 'Sweeney Todd' (2007), 'Alicia en el País de las Maravillas' (2010) y 'Sombras tenebrosas' (2012), el último hasta ahora.

Respecto a su participación en 'Piratas del Caribe', como Jack Sparro ha tomado parte en cinco entregas de la franquicia aunque ahora el estudio ha preferido prescindir de él.

El próximo Premio Donostia ha mantenido una carrera paralela al margen de Hollywood, y ha trabajado con directores como Emir Kusturica en 'El sueño de Arizona' (1993); Lasse Hallström en '¿A quién ama Gilbert Grape?' (1993) y 'Chocolat' (2000); Jim Jarmusch en 'Dead Man' (1995); Mike Newell en 'Donnie Brasco', (1997), Terry Gilliam con 'Miedo y asco en Las Vegas', (1998) y Julian Schnabel en 'Antes que anochezca' (2000). En los últimos años ha trabajado con Gore Verbinski ('El llanero solitario', 2013), Rob Marshall ('Into The Woods', 2014) o Scott Cooper ('Black Mass», 2015).

También se ha puesto detrás de la cámara y en 1997 dirigió 'The Brave' (1997).

Pero a pesar de esta extensa e intensa carrera, lo cierto es que los últimos años la vida privada de Depp se ha impuesto a la cinematográfica y sus desvelos judiciales han acaparado portadas de las revistas y de las web. Si en algunas ocasiones se le ha acusado de interpretar de forma excesiva sus personajes, parece que esa intensidad también se traslada al plano real. Primero trascendió sus problemas con su equipo de abogados que le acusaban de impagos por encontrarse en bancarrota tras gastarse en 75 millones de dólares en casas, incluidos un castillo y un granja de caballos. También invirtió en un yate, un avión privado o ¡45! coches, además de una afición desmedida por coleccionar botellas de vino.

Después llegó el enfretamiento con su exmujer Amber Heard. Acusaciones y contra acusaciones han convertido un problema particular en un culebrón. Depp proclama su inocencia y rechaza haber maltratado a la actriz. Lo cierto es que, como insisten en el Festival, para reafirmarse en la decisión de concederle el Premio Donostia, ni está denunciado, ni juzgado y por tanto tampoco sentenciado por violencia machista.