¿La hija de Marx bailaría punk?
Miss Marx (Perlak) ·
La propuesta de la romana Susanna Nicchiarelli es, sobre el papel, apasionante. Por un lado, recuperar la escondida figura de Eleanor Marx (Londres, 1855-1898), ... la hija menor de Karl Marx, como activista del socialismo, la lucha obrera y el feminismo 'avant la lettre'. Por otro, una decisión de carácter formal: que tenga el aspecto clásico de las películas biográficas con reconstrucción histórica pero, de repente, se rompa con canciones punk. Bien por la Nicchiarelli ('Nico, 1988').
Viendo el resultado, sorprende que lo de la música punk a todo trapo en una coproducción de corte histórico funcione bastante bien (quizás salvo una ocasión en que la protagonista se pone a bailar y cantar y a uno le da un poquillo de vergüenza ajena). El griterío punk parece expresar la rabia de Eleanor Marx, constreñida en una sociedad paternalista. Tiene fuerza que al arrojar las cenizas de Engels, los presentes canten 'La Internacional' y la cosa pase a una versión cañera de la misma a cargo de Downtown Boys, mientras vemos imágenes de la Comuna de París.
Sin embargo, esta singularidad formal parece tener un algo de capricho cuando en el relato, en el grueso del metraje, la actitud punk está ausente. Eleanor Marx es presentada como una continuadora del legado de su padre, una sufriente defensora de la causa de las mujeres y una activista preocupada por las condiciones de vida de los obreros (antes de regresar a su amplia casa con servicio y jardín, por supuesto).
'Miss Marx' vale para interesarnos por la personalidad de la protagonista y escuchar algunos discursos que suenan contemporáneos, pero resulta irregular, errante y pierde parte de su empuje conforme se va centrando en la relación de Eleanor con el impresentable del hombre con quien convivía. Menos mal que nos queda Romola Garai. Y el punk.
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