Constrúyase su propia casa en el jardín

En todo caso, Phyllida Lloyd (sí, también directora de 'Mamma mía!') y Clare Dunne (protagonista que llena la pantalla y coguionista) se montan una de esas películas que gustan a todo el mundo, con una protagonista sufridora pero decidida, con la que es imposible no empatizar, con sufrimientos y palos pero también con solidaridad y esperanza.

La película, que por momentos recuerda a una de Ken Loach muy suavizada, apunta dos problemas sociales, la violencia doméstica y la dificultad para acceder a una vivienda, a través de la historia de Sandra (Dunne), joven madre de dos chavalillas que después de que su marido le de una paliza se ve con dificultades para salir adelante y conseguir una casa cerca del colegio de las niñas. Mientras sufre con los reencuentros con su ex, se lanzará a autoconstruir su propia casa en el jardín que le cede la mujer para la que trabaja. Será un camino lleno de dificultades, pero también de sentir el apoyo del variopinto grupo que le ayuda a construirla los fines de semana.

El tono y el desarrollo de esta coproducción de Irlanda y Reino Unido tiene pocas sorpresas y bastantes tópicos (hasta en su banda sonora: ¿'Titanium' a estas alturas?), pero se deja ver con agrado. Y siempre es un placer encontrarse con Harriet Walter (madre de 'Sentido y sensibilidad') o Conleth Hill (Lord Varys en 'Juego de tronos').