Johnny Depp: «Siempre sentiré una conexión especial con Donostia»

En el ecuador del Zinemaldia, su presencia no pasó desapercibida. Llegó el lunes por la noche, con una hora de retraso sobre el horario anunciado, pero eso no fue impedimento para que decenas de personas le esperaran junto a la entrada del Hotel María Cristina. Este martes, el protagonista de 'Piratas del Caribe' volvió a sentir el cariño del público donostiarra.

'Modi, Three Days on the Wings of Madness', que se presentó en Sección Oficial fuera de concurso, es la segunda película en la que Johnny Depp se pone tras las cámaras. La primera ocasión fue en 1997, con 'The Brave', cinta que también escribió y protagonizó. Sin embargo, ahora «la experiencia ha sido infinitamente más positiva», reconoció Depp durante la rueda de prensa que ofreció por la tarde junto al equipo de la película. «En esta ocasión no actuaba, me he limitado a ver a estos actores vivir, comportarse y reaccionar, sencillamente. Así que me ha pareció mucho más fácil». De hecho, aunque al principio afirmó que no volvería nunca a dirigir, al final terminó admitiendo que «bueno... quizá sí».

La película capta tres días de la vida del pintor, dibujante y escultor italiano Amedeo Modigliani en París, en plena Primera Guerra Mundial. El actor italiano Riccardo Scamarcio encarna al artista, retratado como un pícaro bohemio y mujeriego, que trata de vender sus lienzos y esculturas sin éxito, mientras mantiene conversaciones de borracho con Maurice Utrillo y Chaim Soutine. En el reparto también figura Al Pacino, quien da vida a un coleccionista de arte. Precisamente fue Al Pacino quien le animó a Depp a dirigir la película. «En 'Donnie Brasco' ya hablamos de Modigliani, él iba a dirigir la película. Fue muy raro, porque yo entonces no sabía de qué iba esto. La vida siguió y me olvidé del tema hasta que un día me llamó para pedirme que la hiciera. Tú no esperas una llamada de Al Pacino para nada. Le pregunté por qué quería que la dirigiera y me contestó que yo entendía muy bien al personaje, que tenía la visión correcta. Cuando Al Pacino habla debes escuchar y decidí aceptar el desafío».

Johnny Depp reconoció su admiración por Modigliani por la determinación que tenía para expresarse. «Él se mantuvo fiel a sus ideas, sólido en sus cimientos. Hizo las cosas a su manera y eso es increíblemente admirable», afirmó. Preguntado por si en algún momento de su carrera se ha sentido identificado con él, Depp admitió que recuerda sus inicios en la interpretación como «duros, feos, curiosos, pero hermosísimos». La película transcurre durante tres días de la vida de Modigliani, donde ocurren distintas historias, «como nos ocurre a todos», aunque no se conviertan en «un culebrón televisado como el mío». «Sea lo que sea que pasó durante unos años, siento que he aprendido mucho de la vida. Al final, ¿cómo puedo lamentar ni un segundo de mi vida, si puedo estar hoy sentado aquí, siendo lo que sea que soy? He tenido buena suerte. Educación y educación, al final da sus frutos», ha asegurado.

Sobre su manera de dirigir, Depp explicó que se ha limitado a escuchar a los actores. «Ha habido tanta libertad en esta película que no ha sido necesario preocuparse por nada más. No he tenido limitaciones, solo era cuestión de investigar y explicar a los actores la escena en la que estaban y lo que la película quería ser». Por su parte, los intérpretes protagonistas agradecieron esa libertad que les dio el director. «Él te hace sentir seguro y libre. Te permite empujarte a ti mismo hasta el límite, pero al mismo tiempo te sientes protegido», señaló Riccardo Scamarcio.