Sección Oficial | 'Ballad of small player'

Deslumbrados por el casino

Mikel G. Gurpegui

San Sebastián

Viernes, 26 de septiembre 2025, 02:00

El cine, para bien y para mal, no es una ciencia exacta. No te garantiza nada tener a un actor popular y entregado, Colin Farrell, ... a un director de moda, Edward Berger ('Sin novedad en el frente', 'Cónclave') y un guion basado en la novela de un exitoso autor británico (recuerden que Lawrence Osborne salió airoso de escribir una novela con el personaje de Philip Marlowe). Ni siquiera el talismán de contar con Tilda Swinton puede equilibrar un desequilibrio.

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'Ballad of a small player' lo tiene, el desequilibrio, una acentuada descompensación entre fondo y forma. Desde su inicio, el hasta ahora más moderado Berger saca toda la artillería audiovisual: música machacona, estilización visual con picados, contrapicados, planos simétricos, coloridos cambiantes, una energía frenética... ¿Pretencioso? Tal vez, pero cuesta apartar la mirada ante tal masaje ocular, aprovechando las luces, casinos, rascacielos y templos de Macao (el Las Vegas asiático).

'Ballad of small player'

  • Dirección: Edward Berger.

  • Guion: Rowan Joffe, basado en un libro de Lawrence Osborne.

  • Ints.: Colin Farrell, Fala Chen, Tilda Swinton.

  • Fotografía: James Friend.

  • Música: Volker Bertelmann.

  • Nac.: Reino Unido.

  • Duración: 104 m.

Porque, a todo esto, desde el principio tenemos en pantalla a Lord Doyle (un muy esforzado Colin Farrell), el jugador en horas bajas, o en una «encrucijada estadística» (después de tanto tiempo perdiendo, es más probable que pronto le toque ganar). La película se centra en dibujar al solitario y vulnerable Doyle, ludópata, bebedor y estafador al que le cuesta admitir tales condiciones, hombre febril al borde del abismo de sus deudas.

Hay en esta producción (que Netflix subirá el 29 de octubre con el título español de 'Maldita suerte') un retrato de decadencia un poco al estilo de 'Leaving Las Vegas', historias de perdedores y fantasmas chinos, y saltos al vacío. Pero sobre todo ello, hay bastante vacío, una historia sin profundidad y unos personajes llamativos con los que cuesta emocionarse. Un envoltorio deslumbrante con escasa sustancia dentro.

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