La luminosa Pe, los emocionados Bardem y el 'black basque power'

La primera alfombra roja fue tan lucida como intensa, y jalonada de numerosas banderas palestinas. Los Williams 'comparecieron' brevemente, con sus parejas y madre, pero se fueron enseguida porque así lo exige la vida del futbolista: tocaba volver a casa. El equipo de 'Emmanuelle' derrochó 'glamour', con Noémie Merlant y Jamie Campbell Bower al frente. Es el estreno mundial del filme, y una de las presencias que mayor interés despierta en la prensa internacional.

En la alfombra se mezclaban estilos y generaciones. Amplia presencia de políticos, con nada menos que cuatro ministros: la vicepresidenta Yolanda Díaz; el de Cultura, Ernest Urtasun, el de Economía, Carlos Cuerpo, y el de Transformación Digital, Oscar López. La vicelehendakari y consejera de Cultura, Ibone Bengoetxea, y el de Economía, Mikel Torres; la diputada general, Eider Mendoza; la presidenta del Parlamento Vasco, Bakartxo Tejeria; el alcalde, Eneko Goia, con pajarita; la delegada del Gobierno, Marisol Garmendia, y las diputadas forales Goizane Álvarez y Azahara Domínguez, además de una amplia representación de otras formaciones políticas. Y por ahí desfilaba también una larga lista de eso que ahora se llama 'creadores de contenido'.

El jurado oficial, con todos vestidos de negro (tono dominante de la noche), con su presidenta, Jaione Camborda; clásicos como Cayetana Guillén Cuervo («amo a Rebordinos y este Festival, el mejor del mundo»), Belén Cuesta o Fernando León de Aranoa. Y en el 'top', una espléndida Barbara Goenaga y una Karla Sofía Gascón, que declaraba que «esto es hasta mejor que Cannes».

Este es el gran sábado de Cate Blanchett. La actriz que da imagen al cartel de esta 72 edición pasará pocas horas en el Zinemaldia, pero intensas: está rodando y llega con la agenda ajustada. A primera hora de la tarde da su rueda de prensa y a las 19.15 (antes que otras ocasiones) será la gala del Kursaal en la que recibe su Donostia y se proyecta 'Rumours', su nueva película.

El director mexicano Alfonso Cuarón, que llegó anoche a San Sebastián, será el encargado de entregar la 'estatuilla' a la australiana. Ella misma ha elegido a Cuarón, que la ha dirigido en la serie 'Disclaimer', donde la actriz oficia de periodista.

También Javier Bardem eligió anoche quién debía entregarle el premio, y en su caso apostó por el 'glamour' de lo cercano: quiso que todo fuera familiar («sigo pensando que este premio me queda grande», repitió varias veces) y optó por el maestro que le introdujo en el mundo de la interpretación, Juan Carlos Corazza, y sus hermanos también actores, Carlos y Mónica Bardem. Y con el recuerdo a su madre, Pilar Bardem.

Hace cinco años, cuando Penélope Cruz, pareja del actor, recibió su Donostia, el 'entregador' fue sorpresa: Bono, el músico de U2. Penélope confesaba a sus íntimos estar casi más nerviosa que cuando recibió el suyo.

Los hermanos Bardem habían disfrutado la víspera de una cena tranquila en el Zelai Txiki, el restaurante refugio de las estrellas. Comieron en el Kaia, en Getaria, celebraron el Premio Donostia en Akelarre con Subijana y este sábado tienen 'mediodía con jamón, jamón', en un original homenaje a Bigas Luna al que también asistirá Jordi Mollá.

Más clanes: los Williams desataron pasiones en el Príncipe en el estreno del documental que reconstruye su historia familiar y apuesta por un 'black basque power', como dice Raúl de la Fuente, director de la película. Muchas camisetas del Athletic entre quienes esperaban, y algún valiente con la txuri urdin. Por la noche hubo fiesta inaugural en el museo de San Telmo.