Nos tienen mal acostumbrados
FESTIVALEROS ·
Las jornadas 'valle' con una menor presencia de 'celebrities' nos permiten echar la vista atrás y valorar lo acontecido durante la primera parte del Zinemaldia
Las jornadas 'valle' con una menor presencia de 'celebrities' nos permiten echar la vista atrás y valorar lo acontecido durante la primera parte del Zinemaldia. Y es necesario puntualizar esto porque a veces caemos en el error de pensar que un festival internacional de estas características pierde 'punch' por no contar con una u otra estrella. Cierto es que el denominado 'star system' siempre aporta la proyección mediática necesaria para atraer a una gran cantidad de medios, llegando a un público más generalista y menos especializado. En una época donde todo es tan efímero y visual, esto es irrefutable.
Dicho esto, históricamente nuestro Zinemaldia ha abogado por el equilibrio entre lo sustancial y el envoltorio, sin perder el foco y teniendo muy presente la necesidad de construir una oferta atractiva en todas sus secciones. La industria es la industria, siendo el motor que lo sustenta todo.
Tras la jornada inaugural con un espectacular desembarco de actores nacionales y un fin de semana marcado por el Premio Nacional de Cinematografía a Penélope Cruz y el Premio Donostia a Juliette Binoche, a los que cubrimos las alfombras rojas el día de ayer nos supo a poco hasta que volvimos a ser conscientes de que el equipo de José Luis Rebordinos nos tiene muy mal acostumbrados. 'Nuestra' Juliette desfiló por segunda noche consecutiva por la 'red carpet'; para los caza autógrafos fue otra gran jornada con Goya Toledo, Kira Miró, Pilar Rubio, Sara Sálamo y Ana Guerra luciendo sus mejores galas; y se anunció la presencia de Ana de Armas para el próximo sábado 24 de septiembre en lo que se prevé una clausura apoteósica de estrellas.
Hoy me he sentido con la responsabilidad de echar la vista atrás y analizar la recuperación de un Zinemaldia que tuvo que sobrevivir a dos complicadísimos años de pandemia. Hemos pasado del gris oscuro, más bien negro, al color y eso es de agradecer.
