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Otra visión de la iconografía cristiana
El Museo Diocesano muestra una serie de obras realizadas por Gorka Salmerón y Joxan Iza que exponen juntos por primera vez
Es posible descubrir a un San Sebastián mártir con la cabeza de Boomer, el héroe de dibujos animados que aparecía en los chicles. O a ... un Lázaro con la cabeza de una muñeca a punto de levantarse y andar. O a Eva desnuda con la manzana en las manos. El Museo Diocesano de San Sebastián, en la basílica de Santa María, acoge desde este viernes y hasta el 30 de mayo, una exposición de dos artistas guipuzcoanos, Gorka Salmerón y Joxan Iza, en la que se recopila su iconografía religiosa. Y que puede provocar más de una sorpresa.
Algunas de las obras ni siquiera habían sido expuestas hasta ahora, caso de gran parte de las esculturas de Iza, más conocido por su obra pictórica y sus óleos. Sin embargo, en estos momentos es posible acceder al mundo ecléctico de los dos autores cuyas creaciones, según ellos mismos, pretenden «dialogar entre ellas e interactuar con el público que acuda a contemplarlas».
Los datos
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Exposición 'Espacio para una aparición' recopila obras de iconografía religiosa de Gorka Salmerón y Joxan Iza en el Museo Diocesano.
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Hasta el 30 de mayo Fotografías, esculturas y pinturas se exponen hasta el 30 de mayo de lunes a viernes con horario de 10.30 a 14.30 y de 17.00 a 19.00. Los sábados hasta las 18.00. Los domingos está cerrado.
El director de D'Museoa, Edorta Kortadi, explicó que las obras datan de distintas épocas creativas de los dos artistas, pero que todas ellas tienen que ver con la iconografía religiosa. «Nuestra misión es demostrar que se pueden mostrar objetos vinculados con la religión desde puntos de vista tan dispares como los que tienen Salmerón e Iza. Los dos cuentan con una extensa trayectoria artística y cultivan lenguajes dispares que desde luego, tienen cabida en este museo y en estas estancias».
Una terapia'
Aunque se conocen hace trece años y siempre han conectado bien, nunca habían expuesto juntos. Lo recordaba el propio Salmerón, que ayer aseguró que ambos han disfrutado durante la organización de la exposición. «Y seguimos disfrutando porque, en estos tiempos de pandemia, poder sacar a la luz todo lo que llevamos dentro es una terapia para nosotros».
Este viernes celebraron la inauguración, en la que también ha tenido una parte muy activa el escritor Mikel Babiano, autor del texto del catálogo de la exposición. A su juicio, las obras «están imbuidas de ese aire misterioso y trascendente que debe impregnar toda creación artística». Babiano considera que las obras se prestan a multitud de lecturas en función de quién las mire. «Algunas de ellas invocan a los fantasmas del pasado, otras nos permiten introducir el dedo en las llagas del presente o predecir las plagas que nos depara el futuro».
Si Joxan Iza ha decidido incluir su obra escultórica además de la pictórica, Gorka Salmerón sigue fiel a su concepto de la fotografía entendida como un proceso, como un trabajo creativo del que puede disfrutarse.
«Sigo revelando en blanco y negro, experimentando con la luz, con los materiales, con el proceso creativo. No basta con sacar una foto digital, imprimirla y ya está. Hace falta más, saber que esa foto ha pasado por tus manos, jugar con la luz y con técnicas que del siglo XIX».
Una muestra de ello es su Jaiotza, su Nacimiento, que consistió en colocar a su hijo de cuatro meses sobre un papel fotográfico. «Después se enciende la luz y lo que se refleja en un fondo negro con una silueta en blanco, es el bebé».
Este tipo de técnicas se utilizan también en imágenes como la del Ángel Caído, que tiene dos versiones. Si Salmerón no duda en utilizar métodos tradicionales para sus fotografías, Iza emplea maniquíes para sus esculturas. «Los diversos lenguajes se enriquecen», dice Babiano.
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