Borrar

La Sardà

CRÍTICA DE TELEVISIÓN ·

Viernes, 12 de junio 2020, 07:35

Comenta

Cuando era un crío consideraba a Rosa María Sardá la persona más divertida del mundo. Así, sin paliativos. Aunque era muy niño recuerdo lo mucho ... que me reía viéndola bajar por las escaleras del espacio que la popularizó en TVE, 'Ahí te quiero ver'. O poniendo en apuros a los invitados. O imitando a Margaret Thatcher. O diciendo aquello de «Honorato, ponemos la tele un rato». Años más tarde, posiblemente en una película de Ventura Pons, descubrí sus dotes dramáticas y me dejaron impresionado, no solo porque fuesen notables, sino porque me presentaban una faceta por aquel entonces desconocida para mí –nunca la había visto actuar en teatro–. Mis conclusiones eran terriblemente simples, ya lo sé, porque creía que alguien tan divertido y ocurrente no podía ser de otra manera, difícilmente albergaría otras caras. Supongo que ahí fue la primera vez que me planteé y valoré la labor de los cómicos. Me impresionó tanto que, años más tarde, cuando por fin la admiré sobre las tablas o cuando atendía a lo que decía en las entrevistas –respondía siempre sabiamente– aquella sensación regresaba.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariovasco La Sardà