Una respuesta fácil
BOTÓN DE PLAY ·
El coguionista de 'Black Panther' Joe Robert Cole dirige una mezcla de drama y thriller sobre la violencia en la comunidad negraHablábamos ayer del reciclado de esquemas que presentan algunas de las más reciente películas originales de Netflix, con la romántica y juvenil 'Conquista a medias'. ' ... Todo el día y una noche' es la misma cara de otra moneda. Esta vez es el thriller social en la comunidad negra de Estados Unidos, la falta de perspectivas y la violencia enraizada que destruye tanto y a tantos. El modelo es 'Los chicos del barrio', aquel debut sorprendente y estimulante del director John Singleton, fallecido hace un año, y que en 1991 nos cautivó desde la Sección Oficial del Festival de San Sebastián. Desde entonces no parece que las cosas hayan cambiado mucho, ni los problemas azotados por la violencia de esas comunidades, ni la forma de presentar la idiosincrasia de ese barrio metafórico en representación de muchos otros muy reales.
Publicidad
'Todo el día, una noche' es otra de esas apuestas de Netflix por directores emergentes, y en este caso uno que al mismo tiempo está creciendo como guionista y productor: Joe Robert Cole es el guionista, junto a Ryan Coogler, de 'Black Panther', la vertiente de los superhéroes de Marvel más orientada a la comunidad negra. Además, debutó con 'Amber Lake', un filme que retomaba otro esquema clásico, el de las diferentes formas de contar una historia del 'Rashomon' de Akira Kurosawa y ha despuntado en las series con 'American Crime Story / Versace'.
Curiosamente, ahora Joe Robert Cole parece que se quiere acercar al terreno de su compañero de escritura de 'Black Panther', porque Ryan Coogler debutó como director con una película que triunfó en Sundance, 'Fruitvale Station'. Ese filme consistía en la reconstrucción del día en la vida de un joven negro de Estados Unidos que fue detenido sin saber por qué. En 'Todo el día y una noche' sí se sabe por qué el chico es detenido y con toda razón: en la primera secuencia mata a bocajarro a una pareja, delante de su niña. Más tarde, en el juicio la desconsolada madre y suegra de los asesinados quiere saber por qué hizo eso. La voz en off que puntea toda la película, a veces un poco excesiva y didáctica, dice que todo el mundo quiere una respuesta fácil y directa, pero no la hay. Las raíces de todo eso son complejas, evidentemente («la esclavitud nos enseñó a sobrevivir, pero no a vivir», también se dice) y el cineasta trata de ahondar en ellas retrocediendo a la infancia del chico mientras tiene tiempo para reflexionar en la cárcel. Violencia transmitida de padres a hijos con la excusa de que es la herramienta de aprendizaje en la vida, violencia en las calles, y también en las letras del hip-hop que practican como intento de salir de ese círculo cerrado, no siempre con éxito.
'Todo el día y una noche' recoge el esquema de 'Los chicos del barrio' y la estética de 'Moonlight'
En la primera imagen, el chico está dentro de un coche a oscuras, parece que está rezando, pero en realidad musita la letra que se la va ocurriendo para un rapeo: otro modo de oración o encomienda ante lo que va a hacer. Es un detalle estimulante en una película que luego se dispersa más entre situaciones vistas en muchas otras películas y quizás quiere abarcar demasiado, pero sale airosa del intento de combinar el drama humano y la estética a lo 'Moonlight' en formato más liviano, y el tono de thriller para averiguar qué le llevó a ese chico a disparar los gatillos.
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión