Así presenta Karlos Arguiñano al mundo la tradición vasca del pintxo-pote
El cocinero de Beasain aprovechó una receta de cocina para desvelar a su audiencia esta arraigada costumbre gastronómica de Euskadi
Karlos Arguiñano, de receta en receta de cocina. El chef Beasain sigue a diario sorprendiendo a su audiencia de 'Cocina abierta' con una gran variedad de platos para todos los públicos, desde una original y sabrosa propuesta de lagarto de cerdo ibérico con salsa agridulce hasta un delicioso postre de naranja con coco que se puede elaborar en apenas unos minutos. Con todo, el cocinero guipuzcoano siempre acompaña sus creaciones gastronómicas con todo tipo de consejos y recomendaciones de lo más prácticas. Y, como no podía ser de otra forma, con sus clásicos chistes y anécdotas que dan a sus recetas de cocina un toque muy personal e inconfundible.
La última de ellas tuvo lugar recientemente, cuando Karlos Arguiñano se encontraba preparando un pintxo de jamón de pato y rúcula. El cocinero de Beasain, siempre tan dicharachero y didáctico en sus explicaciones. no dudó en desvelar el secreto de un buen pintxo. «Aunque sean pintxos, tienen que ir con una medida. No pueden ser una exageración de nada, ni de picante ni de cantidades de cosas», explicó mientras comenzaba a montar la receta de cocina planteada para el programa de Antena 3.
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Karlos Arguiñano y el pintxo-pote
Y seguidamente, a Karlos Arguiñano no se le ocurrió otra que explicar a su audiencia una tradición ya muy arraigada en los últimos años en Euskadi como es la del pintxo-pote… pero desconocida en otras muchas provincias de España. «Luego es muy típico el pintxo-pote. Todos los pueblos lo hacen un día a la semana. El pintxo pote es un día que puede ser un martes, un miércoles, un jueves a la tarde, cuando te dan un pintxo al precio de un vino o caña que te tomes. Se llama pintxo-pote».
Un pintxo-pote que «anima las calles y bares»
Karlos Arguiñano continuó con su explicación no sin antes comenzar a montar los ingredientes de los pintxos de jamón de pato y rúcula que estaba elaborando en el transcurso programa. «El pintxo te lo dan a muy buen precio. Y entonces se suelen animar mucho las calles y los bares en los pueblos», concluyó con la naturalidad que le caracteriza.