Fermín, un irundarra excesivamente optimista en 'First Dates'

Fermín. Irundarra. 60 años de edad. Soltero. Pensionista. Acudió a First Dates en busca de una pareja con la que darle un giro a su vida después de estar seis décadas «sin una relación estable». La cita no pudo salirle peor.

Marián. Santanderina. 57 años. Esteticista. Separada desde hace cinco años y sin hijos tras una relación de 30. «Me gustaría encontrar una persona afín a mí. Simpático», aseguró a su llegada al restaurante de First Dates. Parecía una buena candidata para Fermín y lo cierto es que la primera impresión fue prometedora.

«Me parece una chica espectacular», aseguró el irundarra nada más conocer a su cita. Ella le lanzaba el que sería el único piropo de la noche. «Físicamente aparenta bien». A partir de ahí, todo fue empeorar.

La cena comenzó con Fermín repasando su historial médico. «Soy pensionista. Dejé de trabajar a los 55 años. Me dieron una invalidez absoluta por un problema en la planta de los pies. No las siento. Durante el día siento molestias, pero estoy acostumbrado».

No parecía la mejor forma de empezar y Marián corrroboró la impresión. «Le he visto como demasiado mayor. No sé, .. muy mayor», comentó. «Tengo también falta de estabilidad. Me pongo de pie, cierro los ojos y me inclino hacia la izquierda. No es una falta de riego de sangre. Empecé a perder el sistema nervioso. Las puntas de los dedos, las yemas, ya las noto....lo llevo bien pero me tengo que cuidar», continuaba Fermín mientras Marián bebía vino de su copa cariacontecida y trataba de desviar la mirada por el resto del restaurante de First Dates.

«No puedes ir contando los achaques... se cuentan cuando ya tienes una segunda cita», señalaba con evidente rostro de decepción la cántabra. «Yo me he pasado muchos años cuidando de mis padres y ahora no quiero tener que cuidar a nadie. Quiero disfrutar la vida hasta cuando pueda».

A partir de ahí ya no había excesivas esperanzas de que la cita terminara bien, pero ya se sabe que todo lo que va mal es susceptible de empeorar. Y empeoró. «Llevo soltero toda la vida», respondió Fermín preguntado sobre su estado. «¿Soltero y entero?», le espetó Marián. «Más o menos», fue la respuesta del irundarra. «También te digo una cosa», continuó. «Para mí el sexo no es primordial. Surgirá o no surgirá», añadió.

«A lo mejor el hombre ya no está en facultades... de tener una relación», comentaba Marián con una ligera sonrisa. «No de ser súper activo, pero sí de ser activo». Ya estaba claro que la cita en First Dates no iba a llegar a buen puerto, pero Fermín era todo esperanza. «Creo que ha sido una cita fluída, que para mí eso es importante», afirmaba. «Si acabara con un piquito sería la hostia, sería ponerle la guinda del pastel». Nada más lejos de la realidad.

«Creo que de él no me ha gustado nada», confirmaba tajante Marián.

Llegado el momento de decidir si había una segunda cita fuera del porograma conducido por Carlos Sobera, obviamente Fermín no dudó en asegurar que «me gustaría conocerla un poco más porque he visto que es una chica espectacular y creo que congeniamos». Desgraciadamente para él, la santanderina no estaba en la misma línea. «Una segunda cita en plan de pareja... la verdad es que no. No ha habido ese feeling completo para tener una segunda cita». Ahí murieron las esperanzas de Fermín que tendrá que seguir buscando su media naranja en First Dates.

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