Iñaki Rikarte: «El teatro de máscaras está muy ligado con la esencia del teatro»
Iñaki Rikarte dirige 'Forever', la nueva obra sin texto y con máscaras que Kulunka representa hoy y mañana en el Victoria Eugenia
La máscara tiene un poder de evocación y de sugerencia que quizás no tenga el rostro al descubierto del actor», explica Iñaki Rikarte, director de ' ... Forever', la nueva producción de la compañía guipuzcoana Kulunka que hoy y mañana se ofrece en el teatro Victoria Eugenia a las siete y media de la tarde.
Como en 'André y Dorine' y 'Solitudes', sus anteriores trabajos con los que han visitado más de treinta países y han superado las mil representaciones, esta vez tampoco hay texto y los actores trabajan en todo momento con sus caras cubiertas por máscaras. «Puede parecer una paradoja, pero para trabajar sin texto antes hemos hablado mucho. Solemos decir que si hiciéramos espectáculos con palabras probablemente nos hubiésemos perdido en el laberinto de querer hablar de demasiadas cosas. Lo bueno de las máscaras es que nos obligan a ser muy esenciales. La máscara creo que está muy ligado con la esencia del teatro, en el sentido de que no acepta el discurso y está ligada directamente a la acción».
Si en 'André y Dorine' el tema era la vejez y en 'Solitudes', la soledad, esta vez se centran en la familia. «Lo resumimos diciendo que en esta ocasión hemos creado un espectáculo sobre una familia que se aleja de un sueño. Del sueño de lo que creía que serían. Partimos también de las paradojas del amor y pensamos que una paradoja de ese amor está representada por la sobreprotección, que tiene unos límites muy difusos. A veces queriendo lo mejor para los nuestros puedes estar provocando lo peor».
Un escenario giratorio
Añade Rikarte que se han dado cuenta «de una manera inconsciente» de que en los tres montajes la incomunicación es el conflicto fundamental. «No tenemos un discurso en torno a esto porque lo estamos descubriendo últimamente, pero creo que tiene su gracia que hagamos espectáculos sin palabras y que al final estemos hablando de la incomunicación».
Coproducido con el Centro Dramático Nacional y los teatros Arriaga y Victoria Eugenia, 'Forever' ha dado un salto adelante en su armadura escenográfica respecto a los anteriores trabajos. «En los siete meses de ensayos poco a poco nos dimos cuenta de que un espacio escénico giratorio nos permitía contar historias simultáneamente. Coproducir con estos teatros nos da la posibilidad de tirarnos a la piscina y ser más ambiciosos en lo dramatúrgico. Estamos muy contentos, también exhaustos, porque ha sido un trabajo desde el punto de vista técnico muy complicado. Pero es verdad que eso catapulta las posibilidades de la máscara y de la propia narrativa de la función».
'Forever' no es un espectáculo para niños. «Creo que lo pueden ver a partir de los catorce años», puntualiza Rikarte, que sabe que el teatro de máscaras puede confundir. «Ese perjuicio está muy presente y aunque pensamos que lo estamos rompiendo un poquito, es una sombra que nos persigue. La gente piensa que hacemos teatro para niños o que son títeres. Hay bastante desconocimiento respecto al lenguaje del teatro de máscaras».
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