Retratos barrocos de la pandemia
El fotógrafo Diego Orlando gana un premio IPA por la serie pictorialista que recoge «la pluralidad étnica» de Donostia
Son fotografías que parecen pinturas. Es el 'pictorialismo', el estilo fotográfico que se inspira en la tradición pictórica y que el donostiarra Diego Orlando practica ... como un resistente frente a las corrientes mayoritarias. «No es fácil, pero los recocimientos, sobre todo en el exterior, hacen ver que el trabajo merece la pena», dice.
El último galardón acaba de llegar. Los llamados premios Ipa (International Photography Awards) han galardonado a Orlando por su serie 'Half lights, half shadows' en la categoría de retrato artístico profesional. «La serie se compone en realidad 25 de retratos, pero presenté al concurso diez, que es el máximo permitido», explica.
La obra premiada está compuesta por diez retratos realizados en San Sebastian, en tiempo de pandemia, «para reflejar una realidad cultural y étnica que forma parte de nuestra ciudad», argumenta el artista. Es un trabajo realizado «después de estudiar a los maestros clasicos de la pintura del barroco italiano y español, e incorporando las nuevas tecnicas de iluminación y composición para obtener estos retratos». Sus modelos son ciudadanos anónimos, «espejo de la pluralidad de la población donostiarra», y algunos que forman parte de la agencia Firts Models. «No me gusta trabajar en estudio, y habilitamos para esta tarea, con permiso del Obispado, una parte de la iglesia de Ategorrieta que se ha destinado ahora a usos comerciales».
Sobre su práctica del 'pictorialismo' dice Diego Orlando que «es ardua esta lucha para quienes defendemos el academicismo, el estudio de los grandes maestros y la incorporación de las nuevas tecnologias, sobre todo en un tiempo en que los nuevos curadores y las galerías ambiciosas buscan en la raya, la mancha o el platano pegado en la pared un millonario pelotazo», ironiza.
Orlando, que vivió diez años en Venezuela y residió en otros lugares como Andalucía, volvió a San Sebastián para trabajar. Con este reconocimiento obtiene su cuarto galardón en el IPA, prestigioso concurso fotográfico. En 2018 ganó el primer lugar en dos categorías: bellas artes y libro, con una serie fotográfica que refleja la España negra del siglo XX titulada 'La mirada de Goya'. Luego obtuvo su primer reconocimiento honorífico en el 2020 con 'Malleus Meleficarum', un conjunto de fotografías que «representa el poder de los ángeles y mártires sobre el pecado, el deseo, la atracción y la muerte».
Los IPA suponen uno de los concursos más importantes del mundo de la fotografía, tanto para maestros fotográficos como para talentos emergentes. En la competición de este año, recuerda Orlando, se presentaron más de 13.000 fotografías que fueron juzgadas por más de noventa profesionales, encabezados por Susan Baraz, fundadorade Lucie Awards.
El 2021 ha sido un año de reconocimientos para el fotógrafo donostiarra. Diego Orlando fue nominado en los Fine Art Photography Awards (FAPA) con una obra inspirada en la escultura clásica, participó en la Bienal de Londres y ha sido seleccionado para asistir a la de Florencia. En enero presentará 'Sin límites' en la capital britanica, una serie en la que sus protagonistas «ponen rostro a la diversidad sexual y de genero sin limites ni prejuicios, una serie en la que han participado diferentes jóvenes residentes en Gipuzkoa y en cuya ejecución han colaborado los donostiarras Maria y Teresa Artaza, Iñigo Olasagasti y Luis Da Silva». Anuncia que es 'heavy'.
Desde abril prepara otra serie, en montes y playas guipuzcoanos, inspirada en el pintor José de Ribera. También mantiene sus colaboraciones en Vogue Italia.
Eneko Guerra gana el Reto Lumix, premio de 'fotografía extrema'
El fotógrafo vasco Eneko Guerra se ha proclamado vencedor del concurso Reto Lumix, que combina pruebas físicas 'extremas' con la fotografía. Marc Marco, de Baleares, quedó en segundo lugar, y el bronce fue para Daniel Viñe, de Castilla y León. Más de 600 fotógrafos se inscribieron en esta competición, y los 17 mejores pasaron la prueba final. La montaña palentina fue escenario de esta competición en la que los clasificados disfrutan exigentes pruebas eliminatorias.
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