«Me he retirado cuando yo he querido»

Era septiembre de 1984. En la sección de Nuevos Realizadores de la 32 edición del Zinemaldia se estrenó la película 'Tu Solo' de Teo Escamilla. Habían pasado once años desde el cierre del Chofre y el estreno de una película taurina suponía una curiosa novedad. Planteada como docudrama, tardó en rodarse más de un año y narraba la vida diaria de los alumnos de la Escuela Taurina de la Venta del Batán, en Madrid.

Eran ellos 'Joselito', Luis Miguel Calvo, Pedro Vicente Roldán, 'El Fundi, José Luis Bote o José Antonio Carretero. Y esta mañana de invierno, treinta y seis años después, estoy sentado frente a frente, en la terraza del Café Victoria, con José Antonio Carretero. Aquel adolescente, que añoraba en la Escuela las natillas de su madre pero que toreaba a cuerpo descubierto los erales de Domingo Ortega, está en Donosti para hablar de su trayectoria, después de que el pasado otoño se retirara en Sevilla; en el intervalo, dos temporadas de novillero sin caballos, otro par como figura de las novilladas picadas, diez temporadas como matador de toros y más de veinte como figura indiscutible de los subalternos.

– ¿Cómo había llegado a la escuela?

– A apuntarme a la Escuela llegué por la televisión; bueno en realidad por la televisión y por casualidad llegué yo al mundo del toro. Nací en Madridejos, Toledo y sentarse a ver la televisión, era una de las pocas diversiones y entre lo que se retransmitía TVE entonces estaban las corridas de toros. Esa curiosidad me atrapó y cuando mis padres se vinieron a Getafe a trabajar y con ellos toda la familia, yo seguía viendo los toros en televisión. Un día comentaron que se había abierto una escuela de la Casa de Campo y para allí me fui, sin haber acudido nunca a una plaza de toros. Ya ves, la curiosidad terminó en afición y esta en vocación y en profesión.

– Las primeras promociones fueron muy importantes......

– Claro, la primera , la que se llamó de «los príncipes del toreo» Yiyo, Lucio Sandin y Julián Maestro, la segunda José Luis Bote, Joselito, y El Fundi y nosotros aunque éramos de la misma edad fuimos la tercera José Andrés González, Andrés Caballero y yo mismo. Y además Pedro Vicente Roldán o Luis Miguel Calvo de la mano de Andrés Vázquez, ya que su padre era banderillero del maestro. Todos llegamos a tomar la alternativa.

– La escuela te sirvió para aprender y luego para torear mucho...

– Yo a la escuela le debo todo, todo. Si la Escuela de Madrid no hubiera sido torero. En mi familia no hay ningún antecedente taurino. No sabía nada. Aprendí todo: a torear de capote y muleta, a banderillear... y toreé, toreamos todos, mucho... Yo gané el Certamen de las Novilladas nocturnas de las Ventas. Aquellas noches con dieciocho o veinte mil personas, las conservo en mi memoria y aquella salida en hombros...

– El siguiente paso adelante: novillero con caballos y segundo en el escalafón.

– Segundo no, primero, jaja gracias a una jugada de apoderados que ahora se puede contar; Rafael Camino y yo, habíamos empatado a 51 festejos toreados, aunque yo había salido a hombros en Madrid. Mi apoderado tuvo la idea: vamos a montar una novillada en Yepes con Sánchez Cubero y así quedas primero. No fue casi nadie, pero toree una novillada más. Gané la Oreja de plata de RNE; toreé por toda España y Francia. ¿si lo añoro? No, Lo recuerdo con la añoranza de un crio de 16, 17 años. Es que tomé la alternativa con 18 años.

– ¿Demasiado pronto?

– Tenía dieciocho años, es verdad, pero llevaba mas de setenta novilladas picadas. Pero el público olvida rápido y si esperas a cuajarte un poco más, igual no la tomo con la fuerza que la tomé y no hubiera aguantado toreando esas diez temporadas de matador de toros de una forma más que digna. Con la perspectiva del tiempo pienso que lo importante no es la edad sino cómo la tomas....

– ¿Qué recuerdo tiene de esa etapa?

– Toreé mucho en San Isidro, también en América. Mi toreo es lo que era, lo que había. Mi destino estaba también en mi forma de torear. Era el que tenía que ser. Toreo toledano: poder, dominar y finalmente torear. De todas maneras, hay recuerdos que marcan: el día de la confirmación de Sánchez Cubero con Ruiz Miguel y toros de Murube. De segundo o tercer sobrero salió un Tulio imponente de nombre 'Capitán'; yo con mis 20 años lo toreé bien, le pude, casi le corto la oreja. Pero lo mejor fue un titular al día siguiente: el joven teniente pudo con el capitán e hizo la lidia que se tenía que hacer. Eso me marcó. igual que me marcaron las 8 cornadas graves, que entran dentro de la profesión, como la de Orthez con 19 años que me desgarró la femoral y la safena...

– Y en 1995 cambia el oro por la plata. ¿Qué sensación sintió en el primer paseíllo?

– Yo sabía que ya no llegaba a más como matador. No ganaba dinero, me comía lo que había ahorrado. Lo tuve muy claro, no estuve parado. Pasé de torear doce o trece corridas y varios festivales a ese primer paseíllo Tenía claro que había tomado la decisión acertada.

– ¿El toro de Cortijoliva?

– Yo empecé suelto y José me llamó para aquella Goyesca. Me tocaba banderillear a aquel toro, un toro de banderillas negras de verdad; ni un roce con la puya, huir, huir con peligro de arrollar o de coger... El problema era poner el primero, el segundo era un suicidio y sabias que después de clavar era correr...... Fue un gran espectáculo dentro del gran espectáculo de aquella encerrona.

– Veinte años de prestigio.

– Empecé suelto y luego con Oscar Higares, con Rafael de Paula, cinco años con Manuel Caballero, seis con El Juli, cinco con Cayetano y siete con Morante de la Puebla, compartiendo con Fortes y este último año de retirada con Tomás Rufo..

– ¿Cuándo fue el retiro?

– Me he retirado cuando he querido retirarme.Hace unos años antes de mi operación de espalda quisieron retirarme, pero entonces no era el momento, tenía que volver del quirófano al ruedo algunas tardes y así ha sido. Pero me he retirado de los ruedos, no como torero, eso lo seré siempre hasta que me muera.

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