Sin rastro de beneficiarios del Bono Cultural Joven en comercios y museos guipuzcoanos

De los 400 euros que proporciona el Ministerio de Cultura, 100 euros deben emplearse en productos físicos (libros, prensa o discos, entre otros), 100 deben ser para adquirir productos digitales (prensa digital, podcast, videojuegos en línea o plataformas de contenidos audiovisuales) y 200 euros, para artes escénicas (teatro, ópera, cine, danza o museos). Pues bien: el organismo que más entradas dispensa, Donostia Kultura, no tiene constancia de que ni una sola se haya adquirido mediante el bono; el museo más visitado del territorio, el Aquarium donostiarra, tampoco ha vendido un ticket 'bonificado', al igual que el Museo Chillida Leku. En cuanto a las librerías, al gremio no le consta que ningún joven haya comprado un solo libro con los 100 euros que se pueden destinar a este producto.

La propia Delegación del Gobierno del País Vasco, que el pasado 25 de julio presentó en un acto celebrado en Vitoria esta iniciativa, reconoce no contar a día de hoy con los datos sobre solicitantes del Bono Cultural Joven en Euskadi, a pesar de que asegura haberlo solicitado en repetidas ocasiones. Y desde el Ministerio de Cultura, se afirma ignorarlo. «Por el momento, no disponemos de datos sobre el número de solicitantes del Bono Cultural Joven por comunidades autónomas», señalaron ayer fuentes del Ministerio que dirige Miquel Iceta. «Los solicitantes tienen a su disposición un email y un teléfono de contacto, indicados en la web del Bono Cultural Joven, para la resolución de dudas y atención al usuario, proporcionados por la entidad a cargo de la plataforma. Las incidencias de carácter técnico que se puedan producir, irán siendo solventadas», indicaron las citadas fuentes.

El ministro reconoció hace unos días la existencia de estas «incidencias» que dificultan la solicitud del bono. «Hay un alud de peticiones», señaló. «A veces hay que esperar un poco y es lógico, pero la gente lo entiende muy bien porque es la primera vez que se hace», añadió.

Más allá de las posibles demoras informáticas, la solicitud se ha convertido en una carrera de obstáculos de la que la propia cuenta en Twitter del Bono Cultural Joven da cuenta, con un rosario de aclaraciones. «Los menores de 18 años nacidos en 2004 ya pueden identificarse para obtener el #BonoCulturalJoven mediante Cl@ve PIN o permanente (obtenida presencialmente en un Oficina de Registro, acompañados de padre, madre o tutor)», «antes de iniciar el proceso de adhesión, revisa que tu navegador no esté bloqueando las ventanas emergentes» o «¡Deja de intentarlo desde el móvil! Para darte de alta, la solicitud tienes que hacerla desde un ordenador», son algunos de los tuits aclaratorios que se pueden leer en la cuenta que el Ministerio ha abierto para esta iniciativa.

En teoría, para obtener el bono, en primer lugar hay que darse de alta en el certificado digital https://www.sede.fnmt.gob.es/certificados; aunque también se puede solicitar el sistema de autentificación cl@ve. Una vez conseguida la identificación digital, hay que acceder a la web www.bonoculturajoven.gob.es para solicitar el bono, un trámite administrativo que puede durar varios días. El solicitante recibirá un correo de confirmación. El pago de esta ayuda se abonará íntegramente, una vez concedido el bono, en formato de tarjeta prepago virtual nominal, con un número y la identidad del beneficiario.

No obstante, ante la persistencia de los errores informáticos la cuenta añade: «¿Tienes problemas a la hora de iniciar sesión? Comprueba que has introducido bien tu usuario y contraseña, verifica que has validado el registro, modifica tu contraseña o regístrate de nuevo», recomienda también.

El Ministerio se ha fijado el objetivo de llegar a los 500.000 jóvenes que este año cumplen dieciocho años, aunque por el momento los inscritos rondan los 180.000. Pero no son los únicos que han chocado con las dificultades administrativas. Según indica el presidente del Gremio de Libreros de Gipuzkoa, Adolfo López Chocarro, «en el territorio apenas 25 establecimientos comerciales han conseguido la validación» del Ministerio. «Las librerías pequeñas o no han logrado cumplimentar los trámites o no tienen la confirmación de haberlo hecho», señala.