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Un aprendiz trabaja en la construcción de una embarcación. Arizmendi
«Queremos reformular Aprendiztegi y diseñar una formación reglada»

«Queremos reformular Aprendiztegi y diseñar una formación reglada»

La Escuela Internacional de Carpintería de Ribera cambia de formato y reduce el período de aprendizaje a un año

Itziar Altuna

San Sebastián

Sábado, 11 de enero 2025, 01:00

La factoría marítima Albaola afrontará en breve nuevos retos tras la botadura de la nao. Una vez terminado el casco, los artesanos y voluntarios continuarán con la construcción de las embarcaciones que acompañarán al ballenero, pero también con otros elementos que completarán el barco. Se tendrán que diseñar los mástiles y las vergas, pero también las poleas (de diferentes tamaños y modelos que ya han comenzado a hacer) o las anclas forjadas, que los herreros del museo fabricarán a mazazos.

Este cambio en las tareas a llevar a cabo también traerá consigo modificar el programa Aprendiztegi que fomenta Albaola, y que permite que personas voluntarias tengan la oportunidad de aprender diferentes técnicas y oficios desde la observación y la práctica junto a profesionales. «Hemos decidido cambiar el formato y también el periodo de aprendizaje, de tres a un año», explica Agote. «Ahora estamos en la fase final de la nao San Juan, más centrados en temas que tienen que ver con la navegación y creemos que es el momento de reformular Aprendiztegi e ir pensando en el diseño de un formato reglado, ya más ambicioso, basado en la experiencia que hemos adquirido aquí durante todos estos años».

Aunque los voluntarios y aprendices siempre han sido su columna vertebral, en 2017 Albaola dio un gran paso con la creación de la Escuela Internacional de Carpintería de Ribera, Aprendiztegi. Durante estos años, en la factoría marítima pasaitarra se han graduado 14 aprendices de distintas nacionalidades, que han adquirido todas las habilidades necesarias para construir barcos de madera combinando técnicas tradicionales y modernas.

Mantener la filosofía

Desde sus inicios, Aprendiztegi se basó en el modelo creado por Lance Lee, el precursor de la enseñanza de la carpintería naval tradicional en Estados Unidos, en cuya escuela 'descubrió' en 1987 Xabier Agote su pasión por la cultura marítima. Se trata de un modelo pedagógico que prioriza desde el comienzo el proceso de aprendizaje mediante la práctica y tiene como eje principal la motivación del alumnado. «Es muy gratificante ver como gente de distintas partes el mundo quiere venir aquí y se forma a través del arte de la construcción naval, y también a través de nuestras claves identitarias».

Más de siete años después de su apertura, la escuela afronta el futuro con cambios en su estructura, «aunque manteniendo la misma filosofía», recalca Agote. El programa sigue estando abierto a todo el mundo (hoy en día cuenta con cinco aprendices), pero la formación se prolongará durante un año. «Es un formato más sencillo, pero creo que es acertado, porque siguen trabajando y aprendiendo. Una formación de tres años era muy exigente, tanto para los alumnos como para nosotros».

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