Irene Larraza: «Para proyectarse es fundamental que la cultura goce de buena salud»
Directora de Etxepare Euskal Institutua ·
«Que nos reconozcan fuera debería servir para que también en casa reconozcamos a nuestros creadores», afirmaIrene Larraza (Tolosa, 1970) es la tercera directora que ha tenido Etxepare Euskal Institutua desde que echó a andar a finales de 2010. Nombrada en ... enero de 2018, le ha tocado pilotar un décimo aniversario marcado por una situación difícil a la que, sin embargo, consigue ver algunos aspectos positivos.
– Si pudiera elegir un regalo de cumpleaños para Etxepare Euskal Institutua, ¿qué preferiría, un capricho o algo práctico?
–Pediría siempre cosas prácticas, sobre todo en una situación como la actual. Los creadores y los agentes culturales vascos tienen un gran talento, no tienen nada que envidiar a la gente que trabaja en las mismas materias en el exterior, pero para desarrollarse y para que podamos llevar la cultura vasca al mundo necesitan unas condiciones favorables de trabajo, estabilidad... En ese sentido tenemos mucho camino por recorrer, y la crisis, que ha puesto el foco sobre la situación de la cultura, puede ayudar.
– De momento, parece que ha hecho todo lo contrario.
– 2020 ha removido el terreno y ha puesto en evidencia muchas de esas carencias pero, al mismo tiempo, también mecanismos que pueden ayudar a revertir la situación. En ese sentido, puede ser un punto de inflexión en positivo de cara al desarrollo profesional del mundo de la cultura. En colaboración con los sectores, se están planteando medidas muy interesantes, para ir revirtiendo la situación.
– ¿Para salir al exterior el talento no basta?
– Para poder proyectarse es fundamental que la cultura goce de buena salud. A veces perdemos ocasiones de abrir nuevos espacios para la cultura vasca –que es nuestra función– porque no siempre los creadores y creadoras están en condiciones de dedicar su tiempo a mostrarse en el exterior.
– ¿Cómo logran abrir esos espacios, esas ventanas?
– Nunca promovemos cosas en solitario, no tendría ningún sentido. Siempre trabajamos en colaboración con festivales, instituciones y entidades culturales para que en sus programas y sus espacios proporcionen un espacio a la cultura vasca. Y, desde luego, por el compromiso que puedan tener con Etxepare nunca van a programar nada que no tenga la calidad suficiente para estar en esas manifestaciones, que suelen ser muy exigentes. Al final, nosotros, con la ayuda de expertos en cada una de las disciplinas, realizamos una serie de propuestas en función de los perfiles que plantean los organizadores, y ellos son los que eligen.
– ¿Esas citas funcionan hasta cierto punto como un mecanismo de validación internacional?
– Yo diría que sí. Nuestros creadores rara vez dejan de cumplir las expectativas, y por eso hablamos de estándares de calidad homologables a nivel internacional cuando nos referimos a la creación vasca en cual de las lenguas oficiales, también en euskera. Además, creo que muchas veces el ejercicio de que nos reconozcan fuera debería funcionar para que también reconozcamos en casa a nuestros creadores y agentes culturales.
– Con motivo del décimo aniversario han puesto en marcha una campaña en ese sentido.
– Hemos recogido once historias –'hamaika istorio'– en las que creadores y profesionales que han llevado nuestra cultura al exterior nos cuentan un recuerdo o un momento especial de esa experiencia. A través de esta campaña, que además de informativa es pedagógica, queremos contar que la cultura que se genera en euskera tiene una audiencia en el mundo; que estamos realizando una aportación que nadie más puede hacer, y que eso es precisamente lo que nos hace diferentes. El interés que despertamos en el mundo tiene mucho que ver con esa particularidad. En cualquier caso, despertar un interés real es muy difícil, hay que trabajar muchísimo, y eso es lo que tiene que hacer Etxepare, que debe ser una caja de resonancia y un puente para poder llegar a esas audiencias.
– ¿Contribuyen otros agentes a reforzar ese puente entre la cultura vasca y el exterior? Se me ocurre pensar en el impacto de algunos grupos de música, el renombre de algunos artistas, el éxito del audiovisual vasco, fenómenos como el de Itziar Ituño...
– Por supuesto. Todas esas aportaciones son impagables. Etxepare no es un compartimento estanco ni el único agente que lleva la cultura vasca al exterior. Afortunadamente, tenemos muchos prescriptores culturales y muchos agentes que trabajan en el exterior con la ayuda y sin la ayuda de Etxepare, muchos de ellos antes de que existiéramos. No obstante, creo que, aunque tengamos que pasar muchos años explicando qué es un instituto de lengua y cultura, algo que todavía les ocurre a los grandes, los agentes y entidades de la lengua y la cultura nos conocen y tienen bastante claro en qué parte del camino les puede ayudar Etxepare. Tenemos una relación muy estrecha con los sectores y vamos a seguir así, porque estamos a su servicio. Al final, lo que hacemos es ayudar a que haya espacios en los que puedan tener presencia nuestros creadores y creadoras, porque son los que mejor van a explicar, a través de la cultura, quiénes somos como pueblo.
– ¿De eso hablamos cuando hablamos de 'diplomacia cultural'?
– Yo creo mucho en la diplomacia cultural y en su capacidad de superar barreras que son imposibles de atravesar por medio de la diplomacia política o la económica, que son las más fuertes. En ese sentido, trabajamos en pie de igualdad con los grandes institutos estatales europeos de lengua y cultura y, salvo el catalán, no hay otra lengua minorizada que tenga un instituto como este. Es algo de lo que nos tenemos que enorgullecer.
– Junto con la promoción de la cultura vasca, la promoción del euskera es otro de los objetivos fundacionales de Etxepare. ¿En qué punto se encuentra?
– En los primeros años, con Aizpea Goenaga como directora y Mari Jose Olaziregi como responsable de la promoción y difusión del euskera, se hizo un grandísimo esfuerzo en la consolidación de la red de lectorados. Recogieron lo que había y lo ampliaron, y se crearon nueve cátedras de estudios vascos en universidades de todo el mundo. Posteriormente, en 2018, incorporamos la red de HABE para ofrecer a las comunidades vascas del exterior un acercamiento al aprendizaje del euskera, que en este momento llega a unas 80 euskal etxeak.
– Con el nuevo lectorado de Euskera y Cultura Vasca en la Tblisi State University de Geogia, la red llegará a 35 universidades. ¿Habrá más?
– No se descarta, pero en 2017, con Miren Arzalluz como directora, se estableció como objetivo primar el crecimiento cualitativo. Depués del esfuerzo que se ha hecho en la creación de las dos redes relacionadas con la enseñanza del euskera y la cultura vasca, hay que avanzar en esa línea.
– 2020 se acerca a su fin. ¿Qué huella ha dejado en Etxepare Euskal Institutua?
– Ha sido complicado, como para todos. Hemos tratado de adaptarnos y de mantener al máximo la presencia en las citas habituales. Y también nos ha obligado a aplazar a 2021 proyectos importantes, como el refuerzo de las traducciones o el programa de intercambio cultural con Quebec.
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