El entorno del Peine del Viento seguirá con vallas durante el centenario de Chillida
El Ayuntamiento tiene preparado el plan de rehabilitación a la espera de la 'luz verde' de Costas. La escultura y plaza ahora pueden visitarse, pero las verjas 'protegen' la ladera
Hay plan de rehabilitación de toda la zona, hay presupuesto y hay acuerdo del gobierno municipal con los herederos de Eduardo Chillida y Luis Peña Ganchegui sobre cómo afrontar la obra del Peine del Viento. Pero el centenario del escultor guipuzcoano, que alcanza su 'día D' el 10 de enero, fecha exacta en la que el artista cumpliría cien años, se celebrará con las actuales vallas y verjas afeando el entorno y la estética de uno de los puntos emblemáticos de Donostia. La 'culpa' del retraso es del actual contencioso del Ayuntamiento con el departamento de Costas del gobierno central, subrayan fuentes municipales.
La escultura puede disfrutarse y la zona sigue siendo accesible. Los turistas continúan visitando el Peine, así como los propios ciudadanos. Pero las vallas que protegen la ladera de Igeldo desde hace una década y que rompen la estética del conjunto también permanecen. Los peligrosos desprendimientos obligaron a cerrar completamente la zona en 2015, y un año después se arbitró un sistema de protección que hace posible la visita pero con las redes, verjas y piezas de cemento junto al monte. Así sigue y así seguirá durante el centenario de Chillida.
Porque la rehabilitación de la zona, preparada desde hace años en el Ayuntamiento, choca con el contencioso municipal con la dirección de Costas del Ministerio de Transición Ecológica. Como ha venido contando este periódico la concesión para toda la zona del Tenis caducó hace años y está sujeta al recurso legal presentado por el Ayuntamiento. El problema añadido radica en que la plaza del Peine está incluida en el mismo ordenamiento urbanístico del Tenis, de modo que para empezar la obra haría falta permiso de Costas y esa zona se encuentra ahora mismo en una especie de limbo legal.
Segregar la parcela
Es un galimatías que tiene una solución propuesta desde la propia dirección de Costas: segregar la parcela del Peine del resto del Tenis. Es lo que ya ha pedido el Ayuntamiento: falta la respuesta del gobierno central, aunque se da por seguro que será favorable. Cuando llegue, será el momento de adjudicar la obra ya prevista. Fuentes municipales admiten que será «complicado» que los trabajos comiencen a corto plazo. El centenario de Chillida transcurrirá previsiblemente con las verjas junto a una de sus obras más populares.
Es una lástima porque el proyecto de rehabilitación está redactado desde hace dos años e incluso contaba con partidas presupuestarias de 400.000 euros para 2022 y otro tanto para 2023, según anunció en su momento el alcalde Goia. La intervención, «cuyo mayor mérito será que apenas se note», según dijeron sus autores, busca, además de asentar la ladera, «una mejora de la accesibilidad para que las personas con algún tipo de discapacidad puedan llegar hasta las obras de Chillida». «No se pretende cambiar la imagen del conjunto ni pervertir la transición entre ciudad y naturaleza que buscaron los artistas», se dijo al presentar el plan. El Ayuntamiento consultó con las familias de los autores y encargó el proyecto de rehabilitación al estudio Peña Ganchegui, arquitecto que firmó el Peine del Viento junto a Eduardo Chillida y el respaldo del ingeniero José María Elósegui.
El proyecto tiene tres partes: la actuación sobre la ladera, con el asentamiento de la malla para retener las piedras que se puedan desprender; la reducción de parte de la rugosidad del pavimento (se actuará sobre las juntas entre los bloques de granito, que han perdido parte de material, lo que acentúa los desniveles del suelo) y la colocación de una iluminación como balizamiento bajo el pretil que limita con el mar.
La declaración como patrimonio universal, parada por la 'alerta' de Icomos contra Donostia
Las instituciones vascas anunciaron solemnemente en 2019 el inicio de la tramitación para que el Peine del Viento y su entorno sean declarados por la Unesco Patrimonio de la Humanidad. Es un largo proceso que ha encontrado un obstáculo inesperado, según fuentes del gobierno municipal: la 'alerta internacional' que el instituto Icomos, dependiente de la Unesco, lanzó contra San Sebastián a raíz de la denuncia presentada por Áncora y otras entidades dedicadas a la conservación del patrimonio por la licencia concedida para la rehabilitación del edificio del antiguo teatro Bellas Artes. «Cuando hay una alerta de este tipo la Unesco, encargada de tramitar la declaración de Patrimonio Universal, paraliza las propuestas vinculadas a la ciudad afectada», explican en el Ayuntamiento donostiarra. Se ignora cuándo decaerá la alerta.
