La obra de Cristina Iglesias entra en su fase final

A pesar de las contingencias ocasionadas por la pandemia a lo largo de todo el pasado año, el proyecto marcha en los plazos previstos. En las primeras fotografías que se dan a conocer de la obra, publicadas hoy en exclusiva por este periódico, se muestran distintos momentos de la instalación de la gran escultura, en un proceso que la propia Cristina Iglesias ha seguido muy de cerca, con continuas visitas a la isla durante estos últimos meses.

Denominada 'Hondalea' -en euskera, «abismo en el mar», «profundidad abisal» o «fondo del mar»-, la obra está llamada a «marcar un hito en mi trabajo» y a ser «la más importante de mi trayectoria», según la propia artista donostiarra. La escultura de bronce, de quince toneladas de peso, tiene diez metros de largo por ocho de ancho y cinco de profundidad, con capacidad para acoger miles de litros de agua de los depósitos que se han instalado en el hueco excavado bajo la obra. La pieza va colocada sobre un vaso facetado de acero de otras tres toneladas, conformado por 181 triángulos de acero inoxidable de tamaños diferentes y colocados en distintos ángulos. El resultado es una intervención artística, que en palabras de su creadora, busca «jugar con la percepción del espectador y la ilusión de las mareas».

La escultura fue trasladada por piezas el pasado mes de julio en un helicóptero que tuvo que realizar 45 viajes de ida y otros tantos de vuelta entre el Paseo Nuevo y la isla. Previamente, Construcciones Moyúa había comenzado los trabajos en el edificio tras la instalación de una grúa de 20 metros de altura y 38 toneladas, trasladada desmontada y también por aire.

Tras el vaciamiento hace justo un año de la casa del faro, cuyos escombros se retiraron de la isla en sesenta viajes de helicóptero para evitar afecciones al entorno, a lo largo de los últimos meses se han desarrollado los trabajos de excavación del suelo para la instalación de los depósitos de agua, de ensamblaje de la piezas de bronce que conforman la escultura y de colocación de la cubierta de cristal que corona ya la casa del faro.

Este elemento cuenta con placas fotovoltaicas que generarán energía a partir de la luz solar, de forma que parte de la electricidad consumida por la instalación partirá de fuentes limpias, de acuerdo con la filosofía de la artista y de su intervención.

Asímismo, la colocación en altura y en torno a la obra escultórica de la pasasarela desde la cual el visitante contemplará la pieza ha requerido el reforzamiento de los muros de la casa, debilitados por la humedad y el paso del tiempo.

A partir de ahora, las previsiones apuntan a que durante este mes de febrero se llevarán a cabo los remates de la cubierta, en la que falta la instalación de un «elemento diferenciador», los retoques finales de ventanas, iluminación y pintado de los muros. Para finales de mes está previsto el desmontaje y retirada de la grúa, y entre marzo y primavera se llevará a cabo la puesta a punto de la instalación y el acondicionamiento del entorno que, de acuerdo con los requisitos establecidos por la artista, debe quedar tal y como se encontraba antes de la obra. La 'presentación en sociedad' de 'Hondalea' está prevista para mayo o junio, en función de cómo avancen unos trabajos que dependen en buena parte de las condiciones meteorológicas.

La obra de bronce ha sido creada en los talleres de la firma eibartarra Alfa Arte, 'cómplice' habitual de la artista donostiarra y en donde se realizó también, entre otras, la escultura instalada este pasado otoño en el Kinder Building del Museum of Fine Arts de Houston (Texas).

Con un presupuesto que rondará los 4,3 millones de euros, la obra es un regalo a la ciudad de Cristina Iglesias, que no cobrará por su trabajo, tras el reconocimiento que supuso la concesión del Tambor de Oro y la constatación de que la artista no contaba con ninguna obra pública en su San Sebastián natal.