De sobria elegancia
Crítica de música: Euskadiko Orkestra ·
Instituciones como la Euskadiko Orkestra, desde sus gestores hasta sus músicos y su director titular, Robert Treviño, están realizando un esfuerzo más que elogiable por ... mantener una programación viva que ayer se materializó en dos conciertos con obras distintas, aunque de los mismos autores, Mozart y Sibelius. El primero de ellos, a las 17.30 horas, dio la oportunidad de escuchar la famosa 'Júpiter' y la no tan extendida 'Sinfonia nº 3' de Sibelius en un encuentro de gran calidad artística en la que se viajó de la elegancia a la calidez, gracias a una orquesta dúctil y muy profesional y a una batuta acertada y expresiva.
Convencer con una sinfonía de Mozart no es tarea fácil. Su transparencia, su exigencia de equilibrio y nitidez y la evidencia en la articulación de las que precisa su previsible discurso requieren de una orquesta perfectamente empastada capaz de expresar con sutilezas. Treviño lo consiguió ayer en una lectura segura y llena de aciertos estilísticos. Pero su versión de la 'Tercera' de Sibelius no fue menos acertada. La serenidad, el optimismo, e incluso el sobrio clasicismo que impregnan esta partitura, llegaron con evidencia, especialmente en un 'Andantino', dispuesto como una serie de variaciones en espejo de un tema extraño pero cautivador, que consiguió hipnotizarnos. Fue, en suma, un buen concierto pleno de sobria elegancia.
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