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Los seguidores de Bruce Springsteen reunidos por DV en Anoeta, posan junto a 'Bruce', que les acompañó en formato display de cartón. Fernando de la Hera

«Seguir a Bruce es una forma de vida: su música es un chute de energía»

DV reúne sobre el césped de Anoeta a fans de Springsteen que ya esperan impacientes el concierto. «Quizás ha perdido intensidad, pero mantiene su esencia», dicen

Itziar Altuna

San Sebastián

Martes, 17 de junio 2025

Los seguidores de Bruce Springsteen cuentas las horas que quedan para verlo actuar en directo en Anoeta. Algunos de ellos se reúnen con este periódico en el mismo escenario del concierto, casi todos portando camisetas que han adquirido en alguno de los conciertos a los que han acudido y que guardan con especial cariño en casa. Nada más pisar el césped ya cubierto del campo, no pueden evitar mirar alrededor e imaginar lo que se vivirá en ese mismo escenario el sábado y el martes. «Ya empiezo a sentir los nervios», reconoce Amparo Azcona. Será la duodécima ocasión en la que vea actuar en directo al Boss, y la primera vez que lo hará desde la grada. «Siempre he ido a pista, pero mis rodillas no van bien y estar tanto tiempo de pie y saltando no me conviene... aunque haremos lo que podamos», admite. Junto a Amparo, otros diez fans de Bruce comparten charla en el centro del campo. Y junto a ellos, un display de cartón con la silueta de Springsteen, a tamaño natural, que uno de los seguidores guarda en casa y lo ha traído para la sesión de fotos. «¡Pero si parece de verdad!», coinciden en señalar mientras con sus móviles aprovechan la ocasión para sacarse una fotografía con él.

Algunos de estos fans citados por DV se conocen, otros no, pero no tardan en entablar conversación. Todos ellos se sienten parte de esa «comunidad» surgida en torno al guitarrista de New Jersey y empiezan a comentar sus experiencias. Como Abraham Ordoño y Ander Iruretagoiena, que descubren que los dos lo vieron actuar por primera vez en el mismo concierto, en el que ofreció en el Vicente Calderón en 1988. «Yo fui con dos amigos, nos dejaron un coche y salimos el viernes hacia Madrid. Dormimos en el coche, el sábado fue el concierto, una locura, y el domingo volvimos como pudimos», cuenta Ander. Para entonces ya conocía la discografía de Springsteen, «teníamos un amigo en la ikastola al que le traían los discos de fuera y nos los iba pasando». Desde entonces, «no te voy a decir que lo escucho todos los días... pero casi», reconoce. Tiene «un montón» de libros sobre él, y «todas sus canciones traducidas al castellano, me he estudiado todas las letras de 'pe a pa'». En el caso de Abraham Ordoño, con apenas 14 años viajó a Madrid en el autobús que organizó Xaribari. «Fui con mis hermanos mayores, si no no me hubieran dejado». Con aquel viaje hizo realidad el sueño de ver actuar en directo a Springsteen en el Vicente Calderón, un concierto que todavía recuerda, «para mí ha sido el mejor de todos, fue una experiencia muy cañera, indescriptible».

Recuerdos. Mery Landa muestra el álbum donde guarda las entradas de los conciertos y las fotografías de Bruce, algunas tomadas por ella en Donostia, incluso con el cantante

Cuatro horas de directo

Unos años antes, en 1985 Ritxar Fernández lo vio en directo por primera vez en Montpellier. «No lo había visto nunca ni había oído hablar de él. Fui con mi cuñado, que ya lo conocía». Aquel concierto de «más de cuatro horas» los dejó «baldados». «Me sorprendió, me pareció increíble que aquel hombre tuviera tanta fuerza. Y desde entonces lo sigo». Lo ha visto tocar en directo en 17 ocasiones – «siempre que ha venido a España, al extranjero no hemos ido», matiza–, y junto a él, su mujer, Nati Ortiz, quien también quedó «impactada» cuando lo vio por primera vez en Santander. «Fue verle y quiere seguir viéndole en directo, porque es un chute de energía», reconoce. Además, destaca de él «su forma de ser, es una persona sencilla que se hace querer».

De todos los reunidos en Anoeta Toni Alzueta es el que lo ha visto actuar en más ocasiones. «Lo he visto en Londres, París, Milán, New York, Barcelona, Madrid, Gijón, Santander, Bilbao, Donostia...», enumera. Para esta ocasión, ha conseguido entradas para los dos conciertos que ofrecerá en Anoeta, el sábado y el martes, con lo que ya serán 31 las veces que habrá visto al Boss en directo. Si tuviera que quedarse con uno, elige el de New York, «aquello fue un sueño», admite este bilbaíno, quien asegura que sigue mereciendo la pena ir a verle. «Es cierto que la intensidad de sus conciertos ha bajado, algo normal, porque los años no perdonan, pero la esencia se mantiene. Es pura magia», sostiene. Toni va más allá y reconoce que «Bruce para mí es una forma de vida. Su música ha hecho mi vida mejor, me ha ayudado en los momentos duros». Y no tiene dudas al señalar que 'Born to run' «es el disco de mi vida». En esta ocasión, acudirá a los conciertos con sus amigos, y también con su hija, algo que les hace mucha ilusión. «Ya estuvo en uno en Milán, cuando tenía cinco años, porque coincidió que estábamos de vacaciones. Se lo pasa bien con la música de Bruce y creo que esta vez lo va a disfrutar».

Ilusión. Amparo Azcona posa con el display de cartón de Springsteen, mientras su marido, Patxi López, inmortaliza la escena.

«Somos una comunidad»

Mery Landa también se define como una auténtica fan de Springsteen. Hasta la fecha ya lo ha visto en directo en 16 ocasiones, y está ansiosa por que llegue el sábado para poder disfrutar de un gran concierto. En un álbum de fotos, que no duda en mostrar al resto de seguidores durante el encuentro organizado en Anoeta, guarda con mimo las fotografías de los conciertos en los que ha estado ella, así como las instantáneas tomadas al cantante durante sus estancias en San Sebastián –ella fue una de las afortunadas que saludaron al Boss aquella tarde en la que se acercó a la playa de la Zurriola–. Junto a las fotografías, las entradas de los conciertos a los que ha asistido, entre ellas, la primera, en la plaza Monumental de Barcelona. «Fue en 1992, para entonces ya lo había descubierto y tenía ganas de verlo en directo. Compré la entrada al concierto y para el autobús que organizaban en Xaribari». Mery fue sola, aunque enseguida se dio cuenta de que todos los que viajaban en el autobús «éramos una comunidad, el concierto lo disfruté con la gente que conocí durante el viaje».

Gema Otaola también disfruta «mucho» en los conciertos de Springsteen, «por su música, pero también porque vamos en grupo». Fue a través de unos amigos que se animó a ir Santander a verle, y desde entonces no se ha perdido sus actuaciones de Bilbao y San Sebastián, que siempre terminan con una cena o comida «para comentar lo vivido». En el caso de Joserra García Barandiaran, «el espíritu de Bruce lo vivimos en familia». Lo vio por primera vez en 2003 en Gijón con sus familiares y no duda en afirmar que «el directo es algo mágico, tiene una energía que te contagia».

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