El Rossini más íntimo
Crítica de música: Petite Messe Solenelle ·
El encuentro, con muchos atractivos, resultó muy agradable y fue muy aplaudidoCompuesta en 1863, la 'Petite Messe Solennelle' de Rossini es una obra que, como su título indica, es pequeña y solemne a la vez. Es ... pequeña porque está escrita para un conjunto reducido e inusual como son cuatro solistas, coro, piano y armonio, pero también resulta solemne por su gran extensión, algo más de una hora. El Orfeón Donostiarra la ofreció ayer dentro de su ciclo de conciertos del Kursaal y consiguió una buena respuesta del público, que casi llenó las 400 butacas. El encuentro, con muchos atractivos, desde la propia obra, pensada para un ambiente más íntimo que litúrgico, hasta la solvencia del coro y los solistas, resultó muy agradable y fue muy aplaudido.
El 'Kyrie' inicial' y el precioso 'Agnus Dei' final, con una Ainhoa Zubillaga realmente expresiva y un Orfeón que regaló a lo largo de todo el concierto unos cálidos pianissimos de preciosa sonoridad, sirvieron de principio y fin de una interpretación que si bien no fue totalmente redonda por la imprecisión en 'Gratias agimus tibi' del 'Gloria' resultó, en general, adecuada. Los solistas –sublime Miren Urbieta-Vega en el himno 'O salutaris hostia'–, el Orfeón, brillante en momentos como 'Cum Sancto Spiritu' y delicadísimo en sus partes 'a capella' y el perfecto soporte instrumental de Jon Urdapilleta y Gerardo Rifón transmitieron esa intimidad que Rossini deseó.
Petite Messe Solennelle
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Intérpretes: Miren Urbieta-Vega, soprano; Ainhoa Zubillaga, mezzosoprano; Beñat Egiarte, tenor ; Jesús García Aréjula, barítono; Jon Urdapilleta, piano y Gerardo Rifón, armonio. Orfeón Donostiarra.
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Director: Sainz Alfaro.
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Programa: 'Petite Messe Solennelle' de Rossini.
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Lugar: Auditorio Kursaal.
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Fecha: 28-2-21.
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Asistencia: 350 personas.
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