«Queremos cuidar al detalle la música actual para atraer al gran público»

– ¿Qué supone el concierto de hoy para un maestro irunés?

– Supone volver a casa y mostrar nuestro trabajo a las personas que nos han visto progresar. Este será mi séptimo concierto en la Quincena. Además de tocar como trompetista con Euskadiko Orkestra, he dirigido a agrupaciones como Krater Ensemble e hice un concierto muy especial con la Sinfónica de Bilbao.

– Es director artistico de BilbaoSinfonietta desde 2017. ¿Qué balance hace de estos cinco años?

– Sembré una semilla junto a Javier Roldán y el árbol creció rápido, dando más frutos de los esperados en un inicio. Diría que estamos en el momento más dulce del recorrido y con una previsión de trabajo muy atractiva. Colaborar con nombres de otras disciplinas como Calixto Bieito o Lucia Lacarra, estrenar nueva música, incluso dos óperas de cámara, grabar tres discos... está siendo un aprendizaje muy enriquecedor a la vez que agotador, pero la ilusión supera cualquier fatiga.

– Después de haber dirigido orquestas sinfónicas, ¿qué destacaría de BilbaoSinfonietta?

– Uno de los objetivos de BilbaoSinfonietta es habitar un espacio poco frecuentado por otras agrupaciones con repertorios, músicos y autores diferentes, para generar nuevos intereses y audiencias. Es una orquesta de cámara flexible y dispuesta a buscar riesgos interpretativos para seguir creciendo y amando aquello que mejor sabemos hacer.

– ¿Hay diferencias en el trabajo que realiza con una agrupación grande que con un conjunto más reducido?

– Cuando trabajas con una orquesta grande el lenguaje corporal y verbal cambia. Debes utilizar un discurso mucho más certero y conciso para esculpir un sonido más voluminoso. Con una agrupación de cámara, el gesto, o incluso el discurso de las ideas propuestas pueden ser más extensas, permitiéndote trabajar con mayor precisión y detalle. La atención de los instrumentistas cambia considerablemente en una agrupación más pequeña.

– ¿Cuántos músicos integran la formación del concierto de hoy?

– Seremos siete, el número de músicos que Schönberg requería para interpretar 'Pierrot Lunaire'. Para la trilogía de Gabriel Erkoreka estaremos la misma formación pero sin voz.

– ¿Qué destacaría de la obra de Schönberg?

– Que es una pieza clave en la música del siglo XX, cuya influencia afecta a muchos compositores posteriores. Sienta las bases del futuro de la atonalidad y satisface sus propósitos de conseguir lo que él denominaba la emancipación de la disonancia. Además, la aportación que realiza del 'Sprechtimme' o canto-hablado, así como el desarrollo de nuevas texturas, ritmo e instrumentación, servirá de inspiración para otros creadores. Es una obra donde el texto y la música se hilvanan de forma magistral.

– ¿Cuáles son las principales dificultades y alicientes de esta obra a la hora de interpretarla?

– Es una obra muy compleja. Técnicamente está llena de pequeños detalles que debemos cuidar al máximo. La suma de elementos y ritmos que propone Schönberg en 21 piezas cortas es algo asombroso. La siguiente dificultad. y a su vez aliciente. es encontrar el carácter de cada número. Los textos oníricos, simbólicos y llenos de segundas lecturas nos adentran en lo decadente, lo erótico, lo tierno y lo feroz, lo aterrador y lo truculento, así como en lo morboso. Es decir, tiene una relación directa con las características del ser humano. Ahí es donde queremos incidir para compartir con el público el carácter de estos maravillosos poemas de Albert Giraud.

– ¿El público también encontrará estos alicientes?

– Este es otro de nuestros grandes retos. Queremos cuidar con todo detalle la música actual para poder atraer y facilitar el acceso del gran público a las salas de conciertos. 'Pierrot' se estrenó hace más de cien años y aún hoy sigue sin tener los adeptos que merece. Animaría al público a abrir el paladar sonoro, al igual que hacemos con los nuevos sabores. La buena música se encuentra en cualquier época, al margen de los estilos o estéticas. Deberíamos de probar y disfrutar del arte que se está creando a nuestro alrededor, de la música viva y de las propuestas de los creadores que nos rodean.

– Hoy estrenan 'Ametsak 3' de Gabriel Erkoreka, último Premio Nacional de Música.

– Haremos la trilogía completa de sus 'Ametsak': los 1, 2 y 3. Será la primera vez que se interpreten las tres piezas en un mismo concierto. Creo que encajan estupendamente con la obra de Schönberg , que también está dividida en tres partes. Las hemos intercalado creando una unidad con dos obras separadas por cien años, pero con muchas similitudes. La obra de Gabriel trata de detener el tiempo a través de su música y de distorsionar la realidad a través de los sueños, al igual que la de Schönberg.

– ¿Qué les aporta poder preparar una obra con su creador?

– Es uno los grandes privilegios que nos ofrece la música actual. Sin ellos no podríamos seguir desarrollando este maravilloso trabajo de la interpretación. Es indivisible la relación entre creador y re-creador.

– ¿Se siente especializado en músic a contemporánea?

– No. Trato de beber de muchas fuentes y enriquecerme para seguir creciendo. Todo está relacionado y depende del compromiso que tengas para estudiar, entender y enfrentarte a cualquier pieza de cualquier época.

– ¿Por qué cree que sigue habiendo músicos y público que no 'comulgan' con la música contemporánea?

– Nuestra sociedad es visual y está mucho más familiarizada con obras pictóricas expresionistas que con la música.