Quincena Musical

Monumento a lo reducido

Frente a las grandes orquestas, son mucho más reseñables los encuentros que han regalado los conjuntos de menor tamaño

María José Cano

San Sebastián

Viernes, 1 de septiembre 2023, 20:33

Treinta días de Quincena Musical sugieren algo monumental, desmesurado y grandioso, en número de conciertos, pero también en sus cualidades. Y así ha sido en ... varias propuestas que ha presentado el festival, unas por número de participantes -una 'Octava' de Mahler con más de 400 intérpretes- y otras, por la fama de sus protagonistas -Anne-Sophie Mutter, es un buen ejemplo-, sin olvidar a agrupaciones bien conocidas en la ciudad, como la Orquesta Filarmónica de Roterdam, única formación sinfónica que ha actuado a excepción de las del territorio (Euskadiko Orkestra, Sinfónica de Bilbao y de Navarra). Probablemente han sido este tipo de espectáculos y la presencia de artistas famosos como el violonchelista Pablo Ferrández, la ya citada Mutter o una extraordinaria Hilary Hahn los que han iluminado el festival. Y lo cierto es que todos estos conciertos han servido para dar ese barniz de grandeza.

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Sin embargo, han sido más excelsos los encuentros más diminutos. Lo han sido el de Grigory Sokolov o el de Mitsuko Uchida y Jonathan Bliss, ambos solo con un piano, los de la soprano Raquel Andueza con La Galanía o el del contratenor Carlos Mena junto al insuperable tiorbista Daniel Zapico en el Ciclo de Música Antigua. De igual forma, son dignas de destacar las citas con el Cuarteto Gerhard en Chillida Leku en una interesante integral de Shostakovich, sin olvidar a Conductus Ensemble en Arantzazu o la atrayente propuesta de Euskal Barrokensemble en recuerdo a Falla.

Frente a las grandes orquestas, que han ofrecido conciertos de calidad, son mucho más reseñables los encuentros que han regalado los conjuntos de menor tamaño, una Chamber Orchestra of Europe que dejó claro que no hace falta más de medio centenar de músicos para brillar en Sibelius, o Die Deutsche Philharmonie Bremen, vigorosa, dúctil y apasionada en sus dos programas. Resulta curioso que ninguna de estas dos orquestas consiguiera llenar el Kursaal cuando han sido más brillantes.

El triunfo artístico de las propuestas de pequeño formato ha sido una evidencia también en el éxito de los ciclos, como el de órgano, que ha presentado una oferta imaginativa, el ya citado de música antigua, el de cámara o el de contemporánea, a los que hay que añadir los de Quincena Andante, con los que el festival se ha desplegado fuera de los escenarios habituales.

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