Crítica de 'Mutter's Virtuosi': Pura marca Mutter

El deseo de 13 jóvenes talentos de hacer música junto a ella se materializó en un concierto con muchos atractivos, más allá del 'branding' de la estrella. El primero fue el agradable repertorio, con éxitos barrocos al alcance de todos, junto a una muy amable obra contemporánea y un autor desconocido, pero de corte clásico e igualmente agradable.

El 'Concierto en fa mayor para tres violines RV 551' de Vivaldi permitió comprobar que los pupilos de la Mutter no están lejos de superarla, si es que no lo han hecho ya. Los violinistas Agata Szymczewska y Samuel Nebyu compartieron protagonismo con ella, respirando casi al mismo tiempo, comunicándose con su cuerpo y demostrando un control del arco tan soberbio como el de la famosa intérprete alemana.

Menos convincente fue el 'Concierto para violín en la menor nº 1 BWV 1041' de Bach, en el que Anne Sophie Mutter tenía el papel protagonista. En una versión, que al igual que en Vivaldi y en el 'Concierto de Brandeburgo' se adoptaron 'tempi' acelerados y un trabajo de articulación cercano a interpretaciones historicistas, la violinista no se lució lo que cabía esperar, mostrando incluso imprecisiones en la afinación. No obstante, utilizó todos los recursos que tiene, que son muchos, y salió airosa.

El interesante 'Nonet' de André Previn, de temáticas variadas, contó con una gran interpretación por parte de unos jóvenes bien liderados. El clásico 'Concierto para violín en la mayor, op. 5 nº 2' de Bologne, con una solista más inspirada que en el de Bach, completaron la agradable velada, coronada con tres propinas muy Mutter que levantaron pasiones.