Música
Crítica del concierto de la Orquesta de los Campos Elíseos: En un planeta memorableFue un absoluto disfrute, un placer para los oídos con obras conocidas y deliciosas
Fue un absoluto disfrute, un placer para los oídos con obras conocidas y deliciosas. Mozart y Beethoven sonaron elocuentes este jueves por la noche gracias ... a unas versiones cristalinas en las que nada quedó al azar ni necesitó de excesos. No hubo sorpresas, hubo calidad, la de una Orquesta de los Campos Elíseos compacta, equilibrada, empastada, precisa como un reloj y al mismo tiempo flexible, conducida por un Herreweghe que sigue en estado de gracia. Sin histrionismos, con una complicidad y un concienzudo trabajo previo con el que consiguió una perfecta cohesión sin marcar el compás, el maestro compartió con sus músicos y con el público su sabiduría.
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El concierto
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Intérpretes Orquesta de los Campos Elíseos
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Director Philippe Herreweghe.
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Programa 'Sinfonía nº 41 en Do Mayor, KV 551, Júpiter' de Mozart y 'Sinfonía nº 3 en Mi bemol Mayor, op. 55, Heróica' de Beethoven.
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Fecha 1-6-23
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Lugar Auditorio Kursaal.
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Asistencia 1.200 personas.
Referencia en la interpretación historicista realizada con instrumentos de época, Herreweghe optó por un Mozart que se basó en una cuidada articulación, unos marcados acentos y matices contrastados. Su 'Júpiter' ocupó el firmamento con los pilares que caracterizan la música del salzburgués y que comparten todos los buenos intérpretes, utilicen criterios historicistas o no: la claridad y la expresividad. Ni académico ni loco; ni conservador ni rompedor; el maestro belga regaló un Mozart puro que nos trasladó al cosmos.
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