Diego Vasallo | Músico
«Echo en falta esa Donosti alternativa, hoy todo está enfocado a los pintxos»El de hoy en la Sala Club del Victoria Eugenia (19.30 horas) será el primer concierto en su tierra de presentación del EP 'Malo ni bueno'
Ha vuelto a ensayar en garajes, como hacía con 17 años cuando él y tres amigos cacharreaban con sus primeros acordes. Ahora el garaje es ... el de su hogar en Hondarribia y sus tres amigos Fer García (guitarra), Andoni Echeveste (percusión) y Bobbi Relac (bajo), con quienes ha preparado su show de hoy en la Sala Club del Victoria Eugenia (19.30 horas), el primer concierto en su tierra de presentación de 'Malo ni bueno'. Un falso EP con vocación de disco largo que alaban crítica y público por igual, aunque a Diego Vasallo (San Sebastián, 1966) hace tiempo que los focos del éxito dejaron de importarle demasiado.
Publicidad
– ¿Qué ha preparado para el público que llene la sala Club esta tarde?
– Vamos en cuarteto con un set que, aparte de presentar las canciones del nuevo EP, será un repaso a toda mi trayectoria. Pero para mí el aliciente es que vamos transformando esas canciones antiguas cada vez que salimos de gira. Siempre me planteo el directo como un proyecto diferente al disco, pues adaptamos las canciones a la formación y el entorno que tengamos en cada momento. Ahora buscamos un sonido más duro y más áspero, contundente y más cercano al rock que en otras ocasiones.
– Un repaso a su trayectoria pero sin llegar a los grandes éxitos, ¿o sonarán las 'Cien gaviotas'?
– No, no, no toco canciones de Duncan Dhu, nunca lo he hecho. Quizá alguna vez llegué a tocar 'Cien gaviotas' en un garito, pero de hecho ya no llego a tocar repertorio de la época de Cabaret Pop. Las canciones más antiguas son del año 2000, del álbum 'Canciones de amor desafinado' y de todos los discos que le siguen, que ya es un repertorio bastante grande.
– Las nuevas son esas 'canciones-río' de pocos acordes y mucha poesía. ¿Dónde nacieron estos textos? ¿Caminando por Jaizkibel?
– Sí, las últimas canciones están escritas desde Hondarribia pero efectivamente cada vez escribo más en la calle. Es caminando cuando me surgen las ideas.
Publicidad
– Sobre el escenario es de pocas palabras, ¿prefiere que las canciones hablen por sí solas?
– Nunca he pensado que un artista tenga que explicarse demasiado, creo que tiene que desaparecer un poco y no ser tan protagonista para que la música hable por sí misma. Cuando voy como espectador a un concierto lo que me interesa es escuchar la propuesta musical. No soy muy aficionado a escuchar grandes discursos, me parece algo innecesario y un poco aburrido. Sin más. Pero respeto totalmente a quien funcione de manera contraria.
– Quizá eso aumente el aura de enigma en torno al artista, sobre todo entre los más mitómanos.
– Bueno, no lo sé, pero está bien no explicar todo el discurso creativo. Hay que dejar un poco de misterio y que la gente entre en la música por su propio pie y con sus propias interpretaciones. Me gusta mantener un poco de ambigüedad en las canciones y en la propuesta.
Publicidad
«Siempre importan y estoy al tanto de ellas. Creo que hay que estar preparado para llevarse palos, es parte del oficio»
«Estoy volviendo a cosas que hacía con 17 años, como cargar la furgoneta, montar escenarios o tocar en escenarios raquíticos»
– Por cierto, que canceló en noviembre en Pamplona «por motivos personales», ¿todo bien?
– Tuve algún pequeño percance pero nada de importancia. No pudimos hacerlo en esas fechas pero espero que podamos retomarlo más adelante. Lo que pasa es que esa sala, la Rockollection, cierra, así que tendremos que buscar otro sitio para tocar.
– Las malas noticias nunca vienen solas. Otra que se suma al cierre de la histórica Altxerri.
– Lo de Altxerri me da mucha pena. Tenía pensado tocar ahí más adelante, ahora que estaba un poco al frente David (Pisabarro), de Ghost Number ,y lo habíamos hablado. Es un sitio legendario de la ciudad, una institución y es triste lo que ocurre con estos sitios que van desapareciendo, como la librería Lagun...
Publicidad
– ¿Queda algo de ese San Sebastián del Donosti Sound que conoció?
– Es inevitable que los sitios desaparezcan, nada es para siempre, pero lo que es verdad es que no está habiendo ningún relevo para estos locales tan especiales. Echo en falta que se abran espacios con ese espíritu transgresor y ese algo especial, como tuvo La Colchonería en su día. Parece que todo está enfocado a los pintxos y que no hay mucho más allá. Echo de menos esa Donosti más alternativa.
– ¿Cómo le ha ido a 'Malo ni bueno' en estos primeros meses de vida? Hace tiempo que renunció a los estribillos.
– Para ser un proyecto tan absolutamente independiente y modesto estoy bastante contento. Para que te hagas una idea, hacemos hasta el embalaje de discos en casa, aunque la tirada es muy pequeñita y la venderemos sin problema. Aunque eso es algo anecdótico, porque hoy en día la venta de discos es algo irrelevante. Pero la recepción ha sido muy positiva, sobre todo por parte de la crítica, y me alegra haber aparecido en sitios que no me habían hecho demasiado caso como en la revista Ruta 66.
Publicidad
– Después de 40 años de carrera, ¿le sigue influyendo el juicio de los demás?
– No me influye porque eso sería una locura. Uno mismo tiene que tirar por donde cree y donde puede hacerlo, lo que no quiere decir que no me importe. Las críticas siempre importan y estoy al tanto de ellas, pues además creo que hay que estar preparado para llevarse palos, es parte del oficio. Aunque una mala crítica no te vaya a hundir en la miseria, siempre es más motivador cuando tienes una buena recepción de tu trabajo.
– Cantaba en 'Después de todo': «Me temo que no he sido bueno, pero nunca fui malo». ¿Ya venía entonces barruntando este título?
– No (ríe), ha sido casualidad. El título se lo 'robé' a un actor que era Harry Dean Stanton tras ver un documental sobre él en Netflix. Me pareció un tipo muy reflexivo, una especie de sabio contemporáneo que decía: «Eso no es malo ni bueno». Me gustó mucho la frase y me la apropié.
Noticia Patrocinada
– En su documental, Beatriz Echeverria cuenta que cayó en la música de forma accidental. ¿Cuándo supo que iba a ser músico?
– Es cierto que fue totalmente casual. Siempre pensé que tenía mucho más talento para las artes plásticas que para cualquier otra cosa. Era mi vocación. Pero de adolescentes ya éramos grandes consumidores de música y recuerdo que un amigo de un amigo había hecho un grupo y aquello nos llamó la atención. Ver cómo empezaban a tocar instrumentos sin ninguna formación, fue una herencia muy positiva del punk: eso se aprende tocando. Así que un grupo de amigos del colegio nos juntamos a ensayar en el garaje.
– Y ese espíritu de garaje es el que hoy sigue manteniendo.
– Es curioso que después de casi 40 años de carrera estoy volviendo a muchas cosas que hacía cuando tenía 17 años, como ensayar en el garaje o cargar y descargar furgonetas o montar escenarios o tocar en escenarios raquíticos... Son experiencias que hacía mucho que no vivía y que tienen su encanto, aunque es un poco raro hacerlo a los casi 58 años, ¿no?
Publicidad
– Es que ha sido una trayectoria de idas y venidas, incluso le robaron las ganas de actuar...
– Quizá fue el sentir que has perdido el control de tu propia carrera. Cuando un grupo se convierte en algo grande y tiene mucho éxito a veces es difícil mantener las riendas y no perderte en los caminos inciertos de la industria, de las presiones discográficas, de giras que no te apetece hacer... Eso me llevó a querer un cambio. Con mi carrera en solitario volví a tener el control y creo que ya no sería capaz de trabajar a ese nivel de éxito y de 'mainstream', hay que pagar demasiados peajes.
– ¿Alguna vez piensa en qué habría sido de usted si Duncan Dhu hubiera continuado tocando?
– Cuando hicimos Duncan Dhu lo hicimos para tocar en bares, no teníamos mucha más expectativa. Si el grupo no hubiera tenido éxito, que es lo que pensábamos, me imagino que me hubiera dedicado a la ilustración, el diseño, los cómics, la pintura... Las artes plásticas, ese hubiera sido mi camino.
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión