El bar de Benta Berri que coge el testigo del desaparecido 'triángulo del jazz'
Sin el Be Bop, el Etxekalte y el Altxerri, la Parte Vieja donostiarra pierde las jam sessions, que buscan un 'hogar' temporal en el café Goikoa del Antiguo
Primero fue el Be Bop, luego Etxekalte y con el cierre de Altxerri, el jazz se queda ahora huérfano en la ciudad que durante decenios ... fue su hogar. «Se ha ido apagando un poco todo», es una frase recurrente entre las voces que han vivido lo que fue, y gran parte de ese lamento proviene de las puertas cerradas del Altxerri. «Una vez que cerró ahora depende de nosotros. Los músicos de jazz estamos en esa lucha pero veo poca solución», cuenta el baterista Hilario Rodeiro, que desde hace dos años se encargaba de programar las jam sessions en el legendario club donostiarra.
«Cuando le preguntas a un turista sobre Donosti te dice: 'pintxos, playa, cine y jazz'. Luego llega aquí esperando ver conciertos y, cuando ven que no hay nada, se sorprenden». Para Rodeiro no es tanto un problema de espacios como de «interés» y de «falta de disposición». «En junio publico un disco y no sé dónde presentarlo. Hablo con librerías, locales de hostelería y hoteles pero no les encaja». En parte, debido a la ordenanza municipal (Ley 10/2015, de 23 de diciembre de 2015, de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas,) que exige que los locales cumplimenten un arduo trámite de comunicación previo a obtener el permiso para organizar conciertos.
Ahora esas jam sessions semanales que se daban cita en Altxerri y que tanta vida daban a los músicos locales de jazz parece que se trasladarán al Goikoa, un café-bar de empanadas en el barrio del Antiguo. Mientras, y después de años inutilizada, la cafetería de Musikene se está abriendo a acoger en estas últimas semanas recitales y audiciones de alumnos abiertas al público, como parte del ciclo 'Jazz Astea'.
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