Los Niños del indie se hacen mayores

Dicen que su nombre fue una de las decisiones más impulsivas que jamás han tomado. Uno quería llamarse Doctor Mutante, otro Niños del Ira y ni para ti ni para mí: Niños Mutantes. Pero ahora, 20 años después de aquella decisión espontánea, «cosas que parecen absurdas cobran sentido». «Porque sentimos que seguimos siendo niños pero hemos ido mutando y hemos pasado varias vidas a través de la música», reflexiona Juan Alberto Martínez, la voz de la banda granadina que este año celebra sus dos décadas de supervivencia en la escena indie.

Como niños lloraron cuando hace unos meses la discográfica les puso una grabación de sus amigos Lori Meyers interpretando su canción 'Veneno Polen' y a Russian Red dándole la vuelta a 'El Infierno'. Solo dos de las veinte versiones que músicos del circuito independiente han preparado en secreto durante un año para sorprender a los Mutantes y decirles que 20 años en esto de los escenarios, las salas y los festivales sí son algo. «Fue un shock total. Nos habíamos ido encontrando con la gente que lo estaba haciendo mil veces y nadie soltó palabra. Nos emocionamos, lloramos como Magdalenas. Y no solo ese día. Conforme iban llegando las versiones, era sorpresa tras sorpresa», reconoce Juan Alberto. El resultado es 'Mutanciones', un disco que saldrá a la luz este mes de marzo y que el 16 de abril llevarán al directo con muchos de sus colegas de escenario en una gran «fiesta de cumpleaños» en la Sala Riviera de Madrid (21.00 horas; 18 euros la entrada anticipada, más gastos de gestión).

En este disco homenaje, 'mutan' Lori Meyers, Russian Red, Napoleón Solo, Dorian, Havalina, Second, Novedades Carminha, La Habitación Roja, Pasajero, Maga, Neuman, Trepat «Hay muchas versiones que superan claramente al original. Hemos flipado y nos hemos dado cuenta de que tenemos canciones buenas. ¡Oyéndolas en otros son brutales!», admite.

Niños Mutantes son hoy Juan Alberto Martín (voz y guitarra), Andrés López (guitarra y teclado), Miguel Haro (bajo) y Nani Castañeda (batería). Cuatro amigos, con sus «roces», que han conseguido equilibrar las alianzas y sus personalidades para que la banda funcione. «Podemos darnos voces y estar a punto de llegar a las manos, pero a los cinco minutos nos estamos abrazando y riendo otra vez. Nunca hemos tenido un momento de crisis personal entre nosotros», cuenta el cantante.

Esa sintonía es uno de los motivos de que sigan aquí, 20 años después. Eso y que lo suyo ha sido una carrera de fondo, de las que empiezan en el pequeño bar cerca de casa para poco a poco, disco a disco, ir conquistando escenarios. Nunca han sido 'canción del verano', ni suenan en el repaso a los éxitos del año en las radiofórmulas. Pero su discografía está repleta de 'hits' indispensables en la historia del indie español. 'Las chicas en bikini', 'Veneno polen', 'El Infierno', 'Las noches de insomnio', 'Naúfragos', 'Errante', 'Empezar de cero', 'Hermana mía', 'La voz', 'No puedo más contigo', 'Te favorece tanto estar callada' y versiones memorables como aquella de 'Como yo te amo'. El caso -y disculpen el atrevimiento- de que una versión puede superar al original. Siempre con un sonido característico dentro de la etiqueta gigante del pop-rock indie español que ha evolucionado, se ha compactado y ha madurado desde 'Mano, parque, paseo' (1998) hasta 'El Futuro' (2014). Pero sin traicionarse. «Para nosotros la música es una forma de expresión en la que no cabe la mentira ni la impostura. Siempre hemos sido muy honrados y auténticos, nunca hemos pretendido mostrar algo que no éramos sumándonos a modas o a intentos de hacer una música más comercial que no fuera la que sentíamos en cada momento», sentencia.

Y, en contra de lo que muchos pudieran pensar, se sienten «súper afortunados» de no haber sido un grupo de «pelotazo». «Si hubiera sido así, probablemente no llevaríamos 20 años», reflexiona Juan Alberto. Porque, como señala la voz mutante, al igual que hay grupos que mueren por falta de fortuna y por agotamiento, también los hay que caen por exceso de éxito. «Hay muchos ejemplos de gente que empezó muy fuerte y que luego no fueron capaces de soportar la presión y la responsabilidad de empezar con debuts de mucho éxito; o que las cosas les empezaron a no ir tan bien y no tuvieron la fuerza suficiente para aguantar», explica. Ellos han visto pasar ya a un par de generaciones de grupos de la escena independiente y de la primera generación, «de la nuestra», quedan muy pocos.

Han ido de menos a más, escalón tras escalón. Por eso hace tiempo que los Niños Mutantes bromean entre ellos diciendo que en 20 años llenarán estadios. «Y en eso estamos, en una progresión eterna», concluye Juan Alberto Martínez.