Eureka! vuelve a abrir sus puertas y marca el camino al resto de los museos guipuzcoanos

Que la ciencia va siempre un paso por delante es algo asumido por todos, así que a nadie le sorprendió ayer demasiado que el primer museo en abrir sus puertas en Gipuzkoa después de dos meses y medio de parón por la crisis sanitaria fuese precisamente Eureka!. El museo de la ciencia de Miramón estrenó un estricto protocolo de seguridad que replicarán a partir de hoy el resto de los centros culturales del territorio. Privado de las visitas escolares, que representan aproximadamente un tercio de su 'clientela', Eureka! vivió una primera jornada muy tranquila que sirvió sobre todo para que los trabajadores comenzasen a familiarizarse con las medidas introducidas para minimizar el riesgo de contagios.

La veintena de empleados que componen la plantilla del museo de la ciencia de San Sebastián reanudaron su actividad laboral en un ambiente distendido. «Siempre hay ganas de recuperar la normalidad y de volver al trabajo, pero por otro lado también es un pequeño lío a nivel doméstico porque los pequeños siguen sin colegio y hay que organizar la logística de la casa», comentaban las dos encargadas de la taquilla del centro. Un gran panel colocado en la fachada del museo informaba de los protocolos de seguridad que deben seguir los visitantes. A las consabidas instrucciones para evitar aglomeraciones y mantener distancias de seguridad se añadían consejos sobre limpieza de manos -hay botes de gel desinfectante repartidos a lo largo de todo el recorrido- y, sobre todo, el aviso de que es obligatorio ponerse una mascarilla.

La jornada fue tranquila y a media mañana aún no se había registrado ninguna visita. El excelente tiempo y la ausencia de clases no contribuían a que la taquilla se estrenase a pesar de que los precios de las entradas se han reducido a la mitad durante estos días. «Hay que tener en cuenta que un tercio de nuestros visitantes lo conforman los grupos escolares», apuntaba Iñaki Atorrasagasti, director de Eureka!, que explicaba que buena parte de esas visitas se concentran en mayo y junio, la etapa final del curso. «Calculo que en estos meses de parón obligado nos habrán cancelado en torno al 40% de las reservas que teníamos para grupos escolares».

El museo ha aprovechado la inactividad para mejorar su oferta con la apertura de una nueva sala denominada Chispas de Energía en la que se pueden ver 18 módulos que explican los secretos de la electricidad y el magnetismo de forma amena. Algunos de esos módulos, sin embargo, han sido desactivados con el propósito de que los visitantes mantengan siempre las distancias de seguridad aconsejadas. «Hemos dejado sin funcionar el 40% de los módulos y las vitrinas expositivas para que no haya concentraciones de visitantes», apura Atorrasagasti.

Las restricciones en lo que se refiere a aforos -el 50% en los museos- no afectan demasiado a un espacio tan amplio como el que tiene Eureka!. «Disponemos de unos 8.000 metros cuadrados, así que incluso reduciendo el aforo a la mitad entran unos 1.600 visitantes, una cifra a la que sólo se ha llegado en jornadas de puertas abiertas».

Con cerca de 200.000 visitas anuales, Eureka! está siempre en los primeros puestos de la lista de los museos más frecuentados de Gipuzkoa. Carece por su singularidad de competencia directa en los territorios de alrededor, así que buena parte de los que se acercan a sus puertas son vizcaínos, navarros, alaveses o franceses. «Esperamos que la apertura de la movilidad interterritorial que se prevé a partir del 8 de junio anime un poco el museo», indicaba su director, a quien sí le veía algo más inquieto por las restricciones en la frontera con Francia. «Los franceses representan en torno al 20% de nuestra taquilla y además son muy buenos clientes, así que a ver si se arreglan las cosas y pueden empezar a venir a Donostia».

Eureka! ensayó ayer un protocolo de seguridad que también empezarán a aplicar el resto de los museos guipuzcoanos cuando vayan abriendo a partir de hoy sus puertas. Todos los harán con aforos reducidos a la mitad y con la mascarilla como complemento obligatorio para poder franquear la entrada. El único que ha retrasado un poco más su reapertura ha sido el Aquarium, el segundo museo más visitado en Euskadi después del Guggenheim, que tiene previsto hacerlo el miércoles.

Las bibliotecas de Gipuzkoa también dieron ayer el primer paso para la vuelta a la normalidad con la apertura de sus instalaciones para devolver y prestar los libros. Fueron doce las que se estrenaron ayer, entre ellas la del Koldo Mitxelena y la situada en los bajos del edificio consistorial de Donostia. Todos los espacios han sido acondicionados con mamparas de protección y se ha habilitado una señalización específica para evitar que los usuarios se aproximen demasiado. Fuentes de Donostia Kultura, la institución que coordina los centros, explicaron que fueron bastantes los usuarios que se acercaron a las bibliotecas para devolver libros. «Se ve que había conciencia de que había llegado la hora de devolverlos después de haberlos tenido en casa durante dos meses y medio a pesar de que durante todo este tiempo no corría el plazo para una penalización».

Las bibliotecas, no obstante, siguen manteniendo sus salas de lectura cerradas. A los libros devueltos se les aplicará una cuarentena de 14 días como medida de seguridad.