Tres premios Max para las artes escénicas guipuzcoanas en las bodas de plata de los galardones
Lucía Lacarra e Iratxe Ansa se hacen con los premios como mejor intérprete y mejor coreografía respectivamente, mientras que Sandra Ferrús consigue el de autoría revelación
Los XXV Premios Max cumplieron con el guion previsto, comenzando por la excesiva longitud tanto de la ceremonia como de los discursos de agradecimiento de algunos galardonados y siguiendo por esa sensación de vuelta a la normalidad prepandémica marcada por la ausencia de mascarillas. Las artes escénicas guipuzcoanas llegaron al Teatre Principal de Maó con cinco nominaciones repartidas entre la danza –Lucía Lacarra e Iratxe Ansa- y el teatro –Ignacio del Moral y Sandra Ferrús- y facturaron tres 'manzanitas' de Joan Brossa en la maleta de vuelta a casa. Bajo el lema «donde el mar te crea», los galardones creados por la Fundación SGAE en 1998 celebraron sus bodas de plata convirtiendo en una oda al Mediterráneo el escenario del teatro de ópera más antiguo de España, construido por el arquitecto italiano Giovanni Palagi e inaugurado en 1829.
En total compitieron 20 categorías relacionadas con el teatro y la danza, a las que se sumaron dos premios honoríficos: el Max de honor para el dramaturgo y director escénico José Luis Alonso de Santos, y el Premio Max aficionado de carácter social, que reconoció la labor de Caídos del Cielo, ONG fundada por la dramaturga Paloma Pedrero. Dirigida al alimón por el dramaturgo Josep-Pere Peyró y la miembro del Cuerpo de Baile de la Compañía Nacional de Danza Mar Aguiló, la ceremonia comenzó bien para los representantes vascos con el Max para Nicolás Fischtel por la iluminación de 'CreAcción', obra de Iratxe Ansa e Igor Bacovich estrenada en el Museo Universidad de Navarra en noviembre del año pasado. Y continuó con la bilbaína Ana Garay haciéndose con una 'manzanita' por el vestuario de 'Rebelión'.
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Esta vez sí. Por segundo año consecutivo, Lucía Lacarra optó al premio Max como mejor intérprete femenina de danza por 'In The Still of The Night', y a las 20.28 horas, el sueño se hizo realidad. Elegantemente vestida por Isabel Zapardiez y con joyas de Casa Munoa, la zumaiarra acudió a la capital menorquina acompañada por su partenaire, el primer bailarín canadiense Matthew Golding. «La verdad es que ha sido súper emocionante. Es la primera vez que me encuentro en escena y no sabía si iba a poder hablar. Me ha hecho mucha más ilusión porque es aquí, en nuestro país. Estaban mi hija y familia viéndome por la tele y por mucho que haya ganado otros premios en el extranjero, éste me ha emocionado de una forma muy especial», confesaba en la sala de prensa. Además, dedicó el galardón a Matthew Golding, su pareja artística y sentimental, además de coreógrafo de 'In The Still of The Night', cuyo estreno en el Estado tuvo lugar en el Teatro Arriaga de Bilbao el pasado mes de noviembre. «Sin Matt no hubiera existido esta obra como tampoco hubiera existido 'Fordlandia' y él es el corazón, el motor y el alma detrás de esta pieza. La hemos hecho juntos, las ideas han surgido de él y sin él no hubiera podido recoger este premio», añadió mientras avanzaba que «veremos 'In The Still of The Night' en el Auditorio Kursaal el 3 de junio del año que viene». Estrenada en Dortmund en 2021, la obra cuenta una historia ambientada en la década de los 60 del siglo pasado y entremezcla en su narrativa el presente y el pasado con una banda sonora con algunos de los mejores éxitos de la época, amén de una visión cinematográfica que evoca filmes como 'Ghost' o 'Dirty Dancing'.
En la recta final de la ceremonia fue el turno de Iratxe Ansa y de su marido, Igor Bacovich, ausentes ya que se encuentran como coreógrafos invitados en la localidad alemana de Regensburg. En su lugar acudió la directora del Museo Universidad de Navarra, Teresa Lasheras, quien agradeció el galardón en su nombre. En un mensaje de audio, la errenteriarra reconoció que «estamos tremendamente contentos y felices de que 'CreAcción' se lleve las dos nominaciones a las que optaba. Después del Max del año pasado por 'Al desnudo', estamos encantados de conseguirlo esta edición y como mejor coreografía, que es el campo donde más nos movemos como creadores en compañías europeas. Fue una creación muy potente con varios proyectos dentro, que incluía una parte de sensibilización».
La última alegría guipuzcoana de la noche vino de la mano de Sandra Ferrús por su obra 'La panadera'. No pudo ser en la categoría de mejor actriz, pero sí fue en la modalidad de autoría revelación. «Estoy muy contenta. Me siento plena, feliz y con muchísimas ganas de seguir. La he escrito, dirigido e interpretado, pero dicho así parece que lo he hecho yo todo, pero la suerte que he tenido es estar muy bien acompañada por un grupo de actores, un equipo de producción y una ayudante de dirección, Concha Delgado, que ha sido mis ojos fuera cuando yo estaba dentro», aseguró la artista valenciana afincada en Donostia.