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Con dos o tres libros por año, Megan Maxwell es una de las autoras de novelas románticas más vendidas. Mañana está en Donostia, en el marco de Lumafest, el festival de literatura y creación para jóvenes. Le acompañará su hija, Sandra Miró, también escritora. La ... cita es a las 17.00 horas. Primero la firma de ejemplares de su último libro 'Libre como el viento' y, una hora después, una charla.
–Es usted la reina de la novela romántica, ¿cuántos libros lleva?
–Es novela romántica, erótica, contemporánea, medieval... me gusta escribir de todo, no solo romántica al uso, también varios subgéneros. Y libros, pues creo que son 60, me pierdo un poco conmigo misma. Normalmente publico tres al año.
–Y no se le agotan las ideas. El amor, el desamor... Da para infinidad de historias.
–Imagínate la cantidad de personas que somos y cada una tiene una historia de amor diferente, ¿cómo se te puede agotar? Es imposible, y espero que siga mucho tiempo sin agotarse. Tengo un cuaderno de ideas, y cualquier cosa que se me ocurre lo voy apuntando.
– ¿Hay también experiencias personales?
– Lógicamente, siempre hay pinceladas de realidad, de cosas que he vivido yo o gente de mi alrededor, pero nadie lo sabe, excepto nosotras. Hay momentos en la vida muy arriba y otras abajo, y ahí te desahogas un poco a través de los personajes. Y fantasías, pues claro, yo en mis novelas creo unos chulazos impresionantes. Y cuando me preguntan, ¿dónde puedo conocer a un hombre así? Digo, pues mira, no sé. Una vez se cierra el libro, ahí se queda el hombre. Y también hombres me preguntan, ¿dónde puedo conseguir una mujer así? En el libro, en la vida real te lo tienes que currar de otra manera.
–¿Sus novelas son para mujeres?
–Yo escribo para personas. No te puedes imaginar la cantidad de hombres a los que les gusta la literatura romántica, aunque sí es cierto que las mujeres lo manifestamos más. Los hombres para eso son más reservados, pero les gusta, les encanta. Me escriben y me dicen, me estás enseñando a seducir a una mujer, o que después de leerme ha sabido reconquistar a su mujer, o cómo hacer algo bonito y diferente.
–Sus protagonistas sí que son mujeres.
–Los protagonistas son los dos, la pareja. Intento que en mis novelas, el hombre del que se vaya a enamorar o lo que sea la protagonista apoye a esa mujer como debería ser en la vida real. Yo nunca pongo al lado a un hombre que les impida ser la mujer que yo intento que sean, poderosas, guerreras como en la saga que he escrito, aunque sean del siglo XIII.
–¿Este tipo de novelas no pueden trasladar ideas equivocadas del amor romántico? ¿Qué mensajes dirige usted al público joven como el del Lumafest?
–Cualquier libro y toda historia que se cuente siempre tiene un principio, un nudo y un desenlace. Y de uno a otro tú puedes estar contando una historia de dos personas que se conocen pero que están rodeadas de miles de cosas como en nuestro día a día. O sea, que no todo es amor, amor, amor. Lógicamente es una historia romántica pero pasan muchas cosas alrededor, tienes familia, vecinos, un trabajo... A la gente joven le gusta muchísimo la novela romántica porque tienen el amor más idealizado. Cuando vas madurando, te das cuenta de que sí, que es muy bonito, pero que es mucho más, no solamente ese momento romántico que a todos nos gusta vivir. Yo siempre digo que hay muchas personas que no han vivido un amor romántico, y en mis novelas quiero que lo vivan y que vivan ese empoderamiento como mujer con una persona al lado que te está apoyando.
–¿Traslada algún mensaje a esos jóvenes que idealizan el amor para que eviten relaciones tóxicas, en actitudes de control?
–Sí, intento lanzar ese tipo de mensajes para la gente joven y para la gente adulta porque también hay mucho amor tóxico en las personas adultas, pero sí que es cierto que cuando el público es más joven es como decir 'oye, chicos o chicas, todos valemos mucho y todos somos únicos e irrepetibles', así que nos tenemos que querer tal y como somos y sobre todo que la persona que está a tu lado te sume, no te reste. Esto siempre intento dejarlo muy claro tanto en mis presentaciones como en mis novelas. Todos nacemos para vivir, para pasarlo bien y para intentar disfrutar de nuestras vidas, no nacemos para que alguien nos esté boicoteando la vida.
– Viene al festival con su hija, también escritora.
–Sí, ha escrito cuatro libros, está en el quinto y como madre le aconsejo, igual que ella a mí. Pero por mucho que yo le enseñe, la escritura te tiene que salir de dentro. También escribe novelas románticas, es parecido pero diferente, mete mucho el tema colectivo. Yo soy más de adulta y ella es de juvenil.
–Empezó a escribir para sus amigas, gente conocida y... lleva millones de libros vendidos.
–Muchos, muchos, me sigo quedando sorprendidísima. Yo a los 17 años me puse a trabajar, no era buena estudiante, pero era muy lectora, y cuando daba la vuelta a los libros y veía 'licenciado en ciencias políticas, periodista... Y yo la única licenciatura que tengo es la de la vida. Así que quién me iba a publicar. Por eso escribía para mis amigas, sin pensar que me pasaría esto. Empecé a publicar en 2009, y para entonces tenía escritas 12 novelas en el cajón.
– ¿Y lo último, el salto al cine?
–Sí, se ha terminado de rodar 'Pideme lo que quieras' y saldrá el 29 de noviembre. Y otra serie para televisión. Es curioso ver en persona a los personajes que han salido de mi cabeza.
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