«Los avances biológicos en procreación han revolucionado la idea de familia»
Álvaro Labrador, escritor madrileño vinculado con Hondarribia, publica 'Wendy, un vientre de alquiler', historia sobre «las nuevas maternidades y paternidades»
«La maternidad y la paternidad han sufrido una auténtica revolución en las sociedades occidentales: los avances biológicos y las nuevas técnicas de procreación lo ... han cambiado todo». A Álvaro Labrador le gustan los temas difíciles. Con su primera novela, 'Argia', contaba la historia de un militante de ETA, y ahora con 'Wendy, un viento de alquiler', entra en el debate sobre las nuevas maneras de abordar eso que antes se llamaba «traer hijos al mundo».
Escritor madrileño vinculado desde niño con Hondarribia, donde pasa buena parte del año, y ganador de premios como el Antonio Machado de relatos, ahora escribe esta novela «que gira en torno a la maternidad y las nuevas formas de familia». «Gracias a las terapias de fecundación en clínicas de reproducción asistida, las mujeres que antes no habrían tenido hijos por edad avanzada hoy pueden ser madres», dice. «Hay bancos de semen anónimo que permiten una maternidad en solitario, sin contar con el varón».
Pero hay muchas más aristas en esa revolución. «En la novela hay tres tramas. Adela, una mujer que decide recurrir a una clínica de fertilización para hacer realidad su deseo de tener un hijo. En una segunda trama, el matrimonio compuesto por Roberto y Bernardo, pareja homosexual que desea tener familia. Es la gestación subrogada. Por último, es la historia de Wendy, una joven hondureña que recala en España huyendo de la pobreza y violencia de las maras».
'Wendy, un vientre de alquiler'
Autor: Álvaro Labrador.
Estilo: Novela.
Editorial: Letrame.
Páginas: 566.
Precio: 18 euros.
En la novela no se oculta el trasfondo económico en el alquiler de vientres de mujeres. «Hay mafias en países donde la gestación subrogada es un negocio. En España la gestación subrogada está prohibida por ley, pero es posible la filiación de un hijo concebido por esos medios».
En el relato es el feto de Adela, un 'nasciturus consciente', el narrador. « Es un recurso literario de brutal efectividad. Es un personaje central que desde su perspectiva de concebido y aún no nacido opina sobre todo cuanto le rodea. Da unidad al relato y es referente principal de la novela, que está concebida como un viaje alrededor de su trayectoria vital de nueve meses».
«No es una novela romántica, aunque el amor tiene presencia relevante; no es novela de suspense, aunque la intriga vertebra el relato; no es novela negra, aunque algunos episodios que ocurren irían en la crónica de sucesos. La novela pone el foco en un fenómeno universal que nos acompaña desde el comienzo de los tiempos, la perpetuación como especie», remata Labrador.
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