Crítica

Tortura y psicodelia

María José Cano

San Sebastián

Sábado, 3 de agosto 2024, 08:26

El Kursaal acogió ayer un concierto inspirado en la tortura en dos vertientes: la de una ejecución en la obra de Shostakovich y la del ... amor que le lleva a Berlioz a escribir una obra bajo los efectos del opio. La Orquesta de Luxemburgo, bien comandada por Gustavo Gimeno, junto a un magnífico bajo, Alexander Vinogradov, y un coro Easo sobrio y en estado de gracia, llevó al auditorio a un mundo de tormento con una interpretación sobrecogedora de 'La ejecución de Stepan Razin' y una lectura que extrajo todo el romanticismo de la 'Fantástica' de Berlioz.

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Orquesta de Luxemburgo

  • Intérpretes: Orquesta Filarmónica de Luxemburgo; Coro Easo de voces mixtas; Alexander Vinogradov, bajo.

  • Director: Gustavo Gimeno.

  • Programa: 'La ejecución de Stepan Razin, op. 119' de Shostakovich y 'Sinfonía Fantástica, op. 14' de Berlioz.

  • Fecha: 2-8-24.

  • Lugar: Auditorio Kursaal.

  • Asistencia: 1.400.

  • Propina: 'Adagietto' de la Suite 1 de 'L'Arlésienne' de Bizet.

Con un lenguaje musical seco y austero y textos del poeta Yevgueni Yevtushenko que narran el ajusticiamiento y ejecución en 1671 de Stepan Razin, la obra de Shostakovich tiene un enorme dramatismo en sus palabras y en su música. Gimeno exprimió el sentido de la historia sacando chispas a la orquesta, brillante y precisa. Destacó el bajo Alexander Vinogradov, de voz potente y hermoso color, perfecta dicción y metido en su papel con convicción. El Easo de voces mixtas, heredero de grandes trabajos en su pasado como conjunto de voces graves cantando repertorio ruso, estuvo a la altura del gran solista, regalando, junto con todos sus compañeros de escenario, una lectura muy expresiva.

Se dice que Berlioz escribió su 'Sinfonía Fantástica' bajo los efectos del opio y que, por ello, esta obra inicia lo que se bautizaría después como psicodelia por su naturaleza onírica. Sea o no así, invita a la aventura y, quizá, a una cierta locura, que la de Luxemburgo materializó ayer en dinámicas extremas. Fue dúctil ante las órdenes de su inspirado director y transmitió la tortura del enamorado sin perder el control, coronando un concierto lleno de sentido.

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